Caperucita roja

Había una vez una dulce niña que quería mucho a su madre y a su abuela. Les ayudaba en todo lo que podía y como era tan buena el día de su cumpleaños su abuela le regaló una caperuza roja. Como le gustaba tanto e iba con ella a todas partes, pronto todos empezaron a llamarla Caperucita roja.

Un día la abuela de Caperucita, que vivía en el bosque, enfermó y la madre de Caperucita le pidió que le llevara una cesta con una torta y un tarro de mantequilla. Caperucita aceptó encantada.

– Ten mucho cuidado Caperucita, y no te entretengas en el bosque.

La Caperucita Roja: Una historia entretenida para reflexionar

Había una vez una niña muy bonita, con preciosos cabellos negros que llamaban la atención de todo aquel que la veía. Su madre le había hecho una capa roja para protegerla del frío y la lluvia, pero a la niña le gustaba tanto que siempre la llevaba puesta, por eso todo el mundo la llamaba la Caperucita Roja.

Un día, su madre le pidió que le llevase unos pasteles a su abuela que vivía del otro lado del bosque. Le dio orientaciones muy precisas y le recomendó que no se entretuviese por el camino ya que el bosque era muy peligroso y en el pueblo se comentaba que el lobo acechaba entre los árboles.

Caperucita Roja escuchó todas las recomendaciones de su madre y le prometió andar con cuidado. Recogió la cesta con los pasteles para su abuela y se puso en camino para regresar antes que cayera la noche. Al adentrarse en el bosque Caperucita apresuró el paso para llegar cuanto antes pero era imposible no reparar en los pájaros, las flores, las ardillas y todos los otros animales y plantas que había en el bosque.

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