Grandes enigmas (el universo, el planeta y las primeras formas de vida)

Actualización: junio 13, 2025


Un interesante artículo que nos despejará algunas dudas sobre la existencia del Universo, nuestro Planeta y los grandes misterios de la vida humana. Como se originan los primeros organismos vivos (unicelulares) hasta llegar a unas formas de vida más complejas (pluricelulares). Que con el tiempo irían evolucionando hacia los primeros animales que habitarían todo el ecosistema, dominando inicialmente las aguas y posteriormente la tierra, a través de un proceso evolutivo de millones de años: anfibios, reptiles, mamíferos, dinosaurios y por último los homínidos. Con eslabones perdidos que dejan a la deriva piezas claves para un entendimiento total de nuestro verdadero ancestro común.


La teoría más acertada sobre el origen del Universo ★★★★★

Hoy en día se acepta comúnmente que el universo, tal como lo conocemos, surgió hace unos 13.800 millones de años a partir de un evento explosivo, conocido como el Big Bang. Que nos explica que este surgió de la Nada, siendo esta según la teoría cuántica, un vacío con unos valores espacio-temporales nulos que estuvieron plagados de actividad física, y que dicha actividad se manifestaba bajo la forma de fluctuaciones energéticas. Que podían hacer que aparecieran partículas, que fueron formando aquellos cúmulos de materia que comenzaron a condensarse y expandirse hasta formar quásares, estrellas, planetas y protogalaxias.

La creación del Planeta Tierra ★★★★★

Las primeras ideas sobre la formación de la Tierra sugerían que esta se había originado a partir de una esfera gaseosa que al principio se había enfriado y licuado y después, probablemente, se había solidificado. Lo que se conoció mucho después como el “origen caliente de la Tierra”.

En la actualidad, la más aceptada es la Teoría Nebular, también llamada planetesimal, la cual precisa un evento ocurrido hace unos 4.600 millones de años, cuando el Sistema Solar era un disco circunestelar compuesto de gas, granos de hielo y polvo. Que con el pasar del tiempo el mayor cumulo de ese material en el centro experimentó un colapso gravitacional, formando el Sol. El resto del material se acható en un disco protoplanetario en donde se empezaron a producir choques y fusiones que fueron formando grandes rocas que darían el origen de los planetas, satélites y meteoritos de Sistema Solar.

Otra de las teoría de gran importancia fue la propuesta por el ruso Otto Dchmidl en 1944, conocida como la Acreción, en la cual se explica que el polvo cósmico fue girando y tomando una forma discoidal hasta ir acumulándose y agrupándose mediante choques entre la materia para quedar unido por la fuerza de gravedad. Dicho proceso duraría aproximadamente unos 1000 millones de años hasta que la Tierra quedo estratificada en núcleo, manto y corteza hundiéndose los elementos mas pesados. Simultáneamente era bombardeada por meteoritos en forma masiva lo que incrementaba progresivamente su masa y además aportaba el 20% de agua del planeta. Ya el restante es decir el 80% se fue formando mediante la actividad volcánica y otros muchos procesos que dieron pie a que surgieran los océanos, la atmósfera primigenia y la vida en la Tierra.

Sería aquel proceso de Acreción y bombardeo que genero mucho calor y fundió el polvo cósmico, para dar así con el tamaño actual y con su forma de esfera ardiente con brillo propio.

Otra teoría en cambio sugiere que nuestro planeta ya reunía los «ingredientes» necesarios para darle forma, pero que fue necesario algo externo que la despertara, como la energía liberada por el fuerte impacto de una roca espacial.

Las primeras formas de vida en el Planeta Tierra ★★★★★

Uno de los personajes que también coincidió un poco con los demás teóricos en las primeras formas de vida, fue el geólogo y naturalista Charles Darwin, que a través de una de sus famosas cartas enviada a su amigo el botánico y explorador inglés Joseph D. Hooker en 1871. Le plantea que la chispa de vida podría haber iniciado en una laguna tibia con diversas clases de amoniaco, sales fosfóricas, luces, calor, electricidad…Y que dicho complejo proteico fuera formado químicamente, listo para asumir los cambios mas complejos. En donde la materia inerte se organizaría en materia en evolución, que con la ayuda de fuentes de energía adecuadas y otros cambios mas complejos, podrían ser el detonante de los primeros indicios de vida.

Una de las ideas que tuvo gran aceptación fue la del geoquímico Francis Albarède, quien cree que aquellos asteroides gigantes estaban cubiertos de hielo cuando chocaron con la Tierra entre 80 y 130 millones de años después de su formación, provocando el movimiento de las placas tectónicas, que sumadas al bombardeo de asteroides de hielo, crearon los océanos, la atmosfera y los vapores emitidos durante el amanecer del planeta.

Ya el resto de agua pudo haberse liberado más tarde, por ejemplo, como vapor de flujos de lava y primeras lluvias que permitieron las condiciones que hicieron posible la vida en la Tierra. Y que durante miles de años el mar se convirtió en una inmensa sopa orgánica donde las moléculas reaccionaban entre si. Aparecen los primeros organismos unicelulares, procariontes, heterótrofos y anaerobios, de los cuales no se posee aún un registro fósil de ellos.

En el año 1938 llega entonces una de las teoría más acertadas planteada por el bioquímico ruso Alexander Oparin y el biólogo inglés J.B.S. Haldane quienes establecieron, por separado, que la vida surgió a partir de las reacciones químicas que tuvieron lugar en los mares, la hidrosfera y la atmósfera de la Tierra primitiva carente de oxígeno. Y que dichas condiciones como la temperatura y las radiaciones del Sol afectaron las sustancias que existían entonces en los mares primitivos. Ocasionando que dichas sustancias se combinaran poco a poco a partir de moléculas inorgánicas: primero, formando “unidades estructurales” como aminoácidos y luego se combinarían para dar paso a polímeros complejos.

Originando de esta forma los primeros seres vivos que fueron muy sencillos, pero muy desarrollados para su época, pues tenían capacidad para crecer al tomar sustancias del medio, y cuando llegaban a cierto tamaño se fragmentaban en otros más pequeños, a los que Oparin denomino coacervados, que serían las primeras formas de vivas capaces de reproducirse y a partir de las cuales comenzó la evolución biológica, dando origen a todas las formas vivas que hoy conocemos.

Concluyendo así con un aporte valioso de un equipo de científicos del Centro de Investigación Scripps de Estados Unidos, quienes hallarían tiempo después un compuesto químico, el diamidofosfato, que explicaría cómo se unieron los bloques de Ácido Desoxirribonucleico (ADN), también llamados desoxinucléotidos. Que dieron lugar a la formación de las primeras “hebras” de ADN primordial que, a su vez, permitieron el origen de los organismos más complejos sobre la Tierra.

Último Antepasado Común Universal (LUCA) ★★★★★

Los científicos creen que todos los seres vivos del planeta descienden de un único organismo conocido como LUCA (el Último Antepasado Común). Que de acuerdo a un estudio publicado en “Molecular Biology and Evolution”, se trataba de una bacteria, perteneciente al filo Planctomycetes, de donde divergieron los organismos de los otros dos dominios conocidos en el árbol de la vida: Archaea (las arqueas, microorganismos procariotas unicelulares carentes de núcleo pero diferentes de las bacterias) y Eukaryota (los eucariotas, organismos multicelulares, como nosotros mismos).

Según esta teoría se da la certeza que LUCA surgió en un lugar extremo, con temperaturas muy elevadas, mayores de 50 grados centígrados e incluso rondando los 100 °C. Determinando entonces que la vida en la Tierra habría surgido en los denominados estanques geotérmicos o en fuentes hidrotermales submarinas. En un ambiente más tranquilo quizás similar al que imagino Darwin en su época en un “pequeño y cálido estanque”.

No originalmente del océano sino en alguna charca terrestre, la razón es que la cantidad tan grande de agua no sería precisamente un espacio propicio, ya que los compuestos químicos estarían muy diluidos, por lo que sería complicado que se encontraran dichos elementos para dar lugar a las reacciones químicas que condujeron a lo que denominamos vida. Eso, sin dejar a un lado que la energía necesaria para dichas reacciones provendrían de la luz ultravioleta del Sol, que lógicamente llegaría mejor en aguas someras.

Después de aquella etapa sería cuando surge el ciclo inicial de vida, el cual se cree que inicia cuando ocurre un revoltijo de moléculas y sustancias químicas dentro de los cuerpos de agua; que formarían la denomina sopa molecular primordial o sopa prebiótica. Que al contar con suficiente energía provocaría aquellas reacciones químicas espontáneas que permitieron la aparición de las primeras moléculas de ARN.

Pasado el tiempo el ARN y las sustancias químicas de la sopa primordial se fueron haciendo más complejas, hasta que se envolvieron en una membrana y formaron las primeras células. Que según algunos de los registros fósiles y geoquímicos, se creería que estas primeras células surgirían hace al menos 3.700 millones de años.

De acuerdo con un equipo de investigadores de la University College London, en Reino Unido, llegaron a la conclusión que dichas células vivieron y evolucionaron gracias a que tenían una membrana permeable. Que fue la que le permitió a LUCA alimentarse de la energía en su entorno, probablemente en los profundos respiraderos en el fondo de la charca terrestre.

Sería a partir de ese instante que de LUCA se generaron los tres dominios; bacteria, eukarya y archae. Eventos que llevaron al desarrollo de las mitocondrias y los cloroplastos. Y gracias a ello sería que los seres vivos empezamos a compartir 23 proteínas universales. Teniendo presente que las secuencias de ADN que codifican estas proteínas varían ligeramente entre esos dominios, aunque en su mayor parte fueran muy similares. Estas 23 proteínas son las esenciales para la vida, ya que sustentan muchos procesos celulares fundamentales. Y serían las responsables de que todos los seres vivos compartamos un mismo código genético, derivado precisamente de nuestro ancestro común (LUCA).

Del dominios de las arqueas se derivan los organismos unicelulares muy similares a las bacterias. Para el dominio de las bacterias, que también vendrían a ser microorganismos celulares encontramos a las eubacterias (cocos, espiroquetas, bacilos, vibriones, cianobacterias).

Finalizando con el dominio Eukarya de donde se desarrollaron 4 grandes reinos de organismos: los protistas (amebas unicelulares), las plantas, los hongos y los animales.

Evolución del ser vivo hacia el primer reptil terrestre ★★★★★

Aproximadamente 3000 millones de años después de que los primeros seres vivos unicelulares (bacterias, protozoos, esporozoos, algas cianofieas…) se formaran, las celulas eucartiotas comenzaron a evolucionar y empezaron a generar los organismos multicelulares, que vendrían a ser seres más complejos, al estar compuestos de más de un tipo de célula y tener algunas células especializadas que trabajarían juntas para un objetivo común.

Estos organismos se alimentaban de musgos marinos y algas primitivas, serían entonces los primeros animales simples conocidos como vendozoos o seres ediacáricos (Arkarua, Dickinsonia, Mawsonite) que evolucionaron a las raras formas de vida del período Cámbrico, ya completamente pluricelulares, mucho más complejos que los protistas y las bacterias.

En aquel periodo se marca una evolución más rápida de los filos de los animales superiores (esponjas, medusas, corales, gusanos planos, tenias, lombrices, gusanos redondos, caracoles, calamares, sanguijuelas, gusanos marinos, insectos, arañas, estrellas de mar) para dar paso al filo de los animales vertebrados que pertenecen al filo Chordata, es decir los cordados, organismos con espina dorsal, en los que se sobresalen algunas especies como los peces. Que desarrollarían mejor su estructura lo que les facilito su movilidad, y por lo tanto una mayor supervivencia, ya que podían escapar más rápidamente de sus depredadores.

Dentro de esa especie de peces sobresale el Eusthenopteron, un pez cuyas aletas resultan muy parecidas a las extremidades de los tetrápodos. Y que sería además uno de los primeros animales vertebrados en respirar aire. Ya que el desarrollo de pulmones, a través de su metamorfosis, les permitió respirar ese oxígeno disuelto en el aire, contando desde ese momento con un sistema circulatorio doble. Dando paso a una nueva especie que se supo adaptarse en aquel medio, la cual sería conocida como los anfibios primitivos (Acanthostega o Ictiostegas), que se destacaban por poseer todavía un opérculo (sistema óseo que poseen los peces para proteger las branquias), lo que sugiere que aun poseían branquias escondidas y un cráneo óseo muy pesado para moverse en tierra.

Ya este tipo de anfibios respiraban a través de pulmones simples y de su piel. Pasando la mayor parte de sus vidas en el agua, abandonándola solo para escapar de la atención de los peces depredadores y para acceder a la vegetación que en ese momento estaba predominando.

Según los expertos del Royal Veterinary College, lo más probable es que dicho anfibio se arrastrase por la tierra gracias a sus patas delanteras, las primeras que se adaptaron al nuevo hábitat, mientras que utilizaba la cola y las patas traseras para impulsarse en el agua, el medio donde aún pasaba la mayor parte de su tiempo.

Fue entonces aquel periodo, Ordovícico, el medio propicio para que este anfibio primitivo se dispusiera a salir del agua y accediera a la vida vegetal que florecía sobre la tierra. Con sus bosques espesos, musgos, líquenes terrestres y otras especies vegetales; así como una gran variedad de arañas, insectos y libélulas gigantes entre otras.

Este anfibio tendría entonces su etapa evolutiva en donde sus aletas carnosas empezarían a cambiar de forma hasta convertirse en unas patas mas firmes. Además tuvieron que aprender a optimizar la respiración en la tierra para poder reptar más fácilmente.

Dicho proceso con el tiempo le ayudaría a transformar el oído medio para percibir los sonidos a través del aire, así como la independencia de la cabeza del resto del cuerpo, por lo que ciertos huesos ya no estarían funcionando, facilitándole aquel desplazamiento de arrastre por uno más libre.

Aprendieron como evitar la desecación siendo capaces de separarse del agua gracias a la evolución de la piel impermeable y otras formas de controlar la pérdida de agua.

La clave de esta adaptación sería la de desarrollar huevos con una membrana llamada amnios, que mantenía el embrión rodeado de líquido, y otras membranas protectoras que impedían la desecación. Lo que les permitiría a los amniotas alejarse de la orilla del agua y dominar los ecosistemas terrestres. Ya que no tendrían que preocupasen por sus embriones, pues la cáscara los protegía de aquel ambiente hostil y además contenía en su interior el saco vitelino, con alimento almacenado. Desapareciendo de esta forma la vida larvaria y dando paso a la vida terrestre, ya que dicho grupo de tetrápodos comenzarían a reproducirse fuera del medio líquido. Empezando a conquistar gran parte del hábitat terrestre durante el Período Carbonífero Superior.

Ya finalizando la era del Carbonífero empezaron a desaparecer muchos de los bosques tropicales donde vivían los anfibios primitivos (vertebrados anamniotas), dando lugar a un clima más frío y árido. Dejando a muy pocos anfibios en las charcas para que los amniotas continuaran ocupando nuevos hábitats.

Estos nuevos reptiles empezaron a mejorar sus mecanismos, sus miembros y articulaciones se modificaron hasta el punto que las patas quedaron situadas más directamente por debajo del cuerpo, levantándolos aún más del suelo. En cuanto a su esqueleto y musculatura también evolucionaron, ofreciéndoles una mayor movilidad y agilidad en aquel hábitat terrestre. En el caso del cráneo dejo de ser ancho y aplastado para tomar una forma alta y estrecha. Desplazando la respiración de la cabeza al torso, razón por la cual sus costillas se expanden para crear un espacio en el tórax que atrae la respiración. Es decir que empezaron a utilizar la aspiración costal donde las costillas y las vértebras controlan la respiración al expandirse y contraerse. Respirando casi de la misma forma que los humanos, inhalan y exhalan a través de sus pulmones.

En cuanto a su piel paso a contener escamas queratinosas que no solo daba más dureza a su cuerpo, sino que también reducía la pérdida de agua.

En ese momento dichos reptiles eran similares a pequeños lagartos (Anápsidos) con huevos amnióticos que les permitían moverse fuera de cuerpos de agua y crecer más.

Después de años de evolución y adaptación dichos reptiles tuvieron una agrupación parafilética (ancestro común) en base a caracteres basales, que históricamente se han considerado primitivos, y estos caracteres no implicaban una relación filogenética del mismo modo que los derivados.

Esta nueva clasificación para las amniotas sería adoptada por Romer en el año 1966, en donde se baso en sus aberturas o fenestras en los flancos del cráneo. Y sería la siguiente:

– Anápsidos: región frontal sin aberturas, que comprende el orden Quelonios o tortugas, cuyas especies han llegado hastanosotros conservando los caracteres más primitivos de todos los reptiles.
– Clase Sinápsidos: una fenestra en la parte inferior del hueso temporal. En donde se encuentra actualmente un importante grupo de animales y que corresponde con uno de los tipos de amniotas, que conocemos como mamíferos. Siendo considerados por un tiempo como los vertebrados más grandes (pelicosaurios).
– Clase Diápsidos: presentan una fenestra en posición inferior y otra en la superior del hueso temporal. Que vendrían a formar parte de de los (reptilia) dando lugar a todos los reptiles actuales.
– Clase Sauropsida: esta última la propuso Huxley para incluir a los Crocodylia, Aves y Ornithosauria, como un subgrupo de reptiles.

Todo aquel paso evolutivo de muchos años llevo a que se extinguieran los diápsidos y sinápsidos, abriendo el camino para el dominio de otras criaturas. Que se agruparon en dos órdenes: los Ornitischia (Ornitisquios) y los Saurischia (Saurisquios), pertenecientes a la clase Reptilia (Reptiles).

Los Dinosaurios y su inminente extinción (Cretácico) ★★★★★

Con la extinción casi masiva de organismos vivientes en la era conocida como Pérmico-Triásico a causa de la intensa actividad volcánica registrada y de un entorno desolado con incendios generalizados y agua de mar pobre en oxígeno. Llevaría a que tan solo el 10% de las especies sobrevivieran en la Tierra, dando como resultado el desarrollo y una diversificación de los vertebrados terrestres, en especial de los pelicosaurios y en menor cantidad los saurópsidos (reptiles). Que tras la formación del super-continente Pangea en el Pérmico, ubicado más o menos a la altura de la línea del Ecuador. Permitió que muchos animales terrestres empezarán habitar aquellos terrenos formados por el movimiento de las placas tectónicas.

En esta era la mayoría de los sinápsidos se extinguieron, pero sus nidos serían ocupados por los saurópsidos, quienes no eran tan importantes hasta ese momento. Aquellos reptiles les favorecía el clima cálido y seco gracias a que su piel era menos porosa que, por ejemplo, la piel de los mamíferos. Sin contar que sus riñones podrían conservar el agua durante más tiempo.
Siendo quizás este uno de los motivos por el que muchas especies no pudieron sobrevivir en esta etapa.

Tiempo después llegaría la Era, conocida como Mesozoico (vida media), la cual se dividió en tres periodos: Triásico, Jurásico y Cretácico.

Surgen entonces los primeros dinosaurios que se conocen los cuales eran relativamente pequeños y similares entre sí; eran bípedos de 90 cm de longitud, con brazos cortos y garras, que estuvieron representados por el género Eoraptor (ladrón del amanecer) como el que fue encontrado en fósiles en Argentina. De estos animales empezarían a evolucionar todas las demás ramificaciones dentro de la clase reptil.

Hasta llegar a lo que comúnmente hoy conocemos como dinosaurios, que primero serian llamados por Mantell como Megalosaurus (lagarto grande), para finalmente dar con el aquel termino derivado de un neologismo acuñado por el paleontólogo británico Richard Owen, quien uso las palabras griegas (deinos = terrible) y (sauros = lagarto), o sea “lagarto terrible”.

Criaturas que se fueron adaptando a su nuevo ambiente en la era entre el Triásico Medio y Tardío, en donde las plantas dominantes incluían los licofitos, las cicadáceas, los glosopteridios para finalmente dar origen a unos gigantescos bosques de helechos, es decir arboles que llegaban hasta los 30 metros de altura.

Sería en aquella era que aparecería en el escenario el primer dinosaurio que existió, o mejor dicho, el fósil de dinosaurio más antiguo que se ha encontrado, que data de unos 243 millones de años. Es decir el Nyasasaurus parringtoni, seguido de los Lystrosaurus, el Cynognathus, el Herrerasaurus y otros.

Con el tiempo llegaría los finales de esta era que se conocería como la como la Extinción Masiva del Triásico-Jurásico. En dichas circunstancias los dinosaurios existentes lograrían adaptarse a las gélidas temperaturas que vinieron después de este cataclismo. Un evento que marcaría el inicio formal de la era de los dinosaurios: el período Jurásico (de 201 a 145 millones de años en el pasado).

En donde estas criaturas se empezarían a difundir, evolucionar y diversificarse, como carnívoros para luego dar origen a un grupo de herbívoros y omnívoros.

Para ese momento los cocodrilos ya se encontraban establecidos en aquel ecosistema, apareciendo otras especies como las ranas, equidnas, caimanes, abejas, cangrejos, ornitorrincos entre otros. En el caso de los dinosaurios ya presentes como los saurópodos empezaron a tener la capacidad de mantenerse erguidos y a mejorar sus pulmones, lo cual les permitió que trabajaran con gran eficiencia y que los fortalecieran, ayudándoles así mismo a aumentar significativamente su tamaño. Sería en la era Jurásica en donde se comienza a evidenciar el dominio total de los dinosaurios sobre la Tierra.

Algunos dinosaurios consiguieron una serie de membranas en los brazos que les permitan planear, hasta llegar a unas criaturas más avanzadas que serían los pterosaurios, los primeros animales que consiguieron dominar el aire como táctica de supervivencia para alcanzar sus alimentos de árbol en árbol. Llegando finalmente a ser con el tiempo los ancestros comunes de las aves actuales.

En cuanto al mundo acuático los peces óseos se convierten en las criaturas superiores en el mar dominando aquel hábitat.

Todos aquellos cambios morfológicos se fueron dando por el ecosistema, que empezó a establecer un nuevo máximo de tamaño corporal para los animales existentes. Siendo la era jurásica, un período de tiempo bastante corto, comparado a los demás pero con una evolución muy rápida, según afirmarían algunos investigadores.

Quizás un gran tamaño corporal los protegió de la mayoría de los depredadores, les ayudó a regular la temperatura corporal interna o simplemente les permitió llegar a nuevas fuentes de alimentos, como los dinosaurios de cuello largo, que eran grandes reptiles pertenecientes al grupo de los Saurópsidos, que gracias a ese cuello podían acceder a las ramas más altas de los arboles ahorrando así mismo energía durante su búsqueda.

Es en el Jurásico (Inferior, Medio y Superior) que empiezan a sobresalir aquellos dinosaurios que empezamos a presenciar en fósiles y sobretodo en las películas (Jurasic Park) o series (Terranova) de aventura. Resaltando algunos dentro de las 700 especies de las que aproximadamente se conocen, entre ellas: el Tiranosaurio Rex, Triceratops, Velociraptor, Diplodocus, Braquiosaurio, Estegosaurio, Iguanodonte, Arqueópterix, Protoceratops, Alosaurio, Gallimimo, Anquilosaurio, Parasaurolofus, Apatosaurio, Dilofosaurio, Deinonicus entre otros.

Llegaría entonces un evento que cambiaría la vida animal en todos sus aspectos, en donde según pruebas encontradas se trataría de la caída de un meteorito de más de 10 kilómetros de diámetro, conocido como la piedra de fuego (Chicxulub), que impactó la actual Península de Yucatán (México) a una velocidad de 72000 km por hora, ocasionando que la energía de dicho movimiento generará temperaturas de hasta 18000 °C. Algo equivalente a 100 millones de megatoneladas de TNT, la cual bastó para poder vaporizar el meteorito en un segundo y hacer un agujero que alcanzó una profundidad de 40km de profundidad y 200 kilómetros de anchura.

Un impacto que con toda seguridad provocó incendios forestales, que pudieron haber carbonizado el 25% de toda la vegetación terrestre. Y junto a los movimientos tectónicos provocaron grandes emisiones volcánicas en México y otros puntos de Suramérica. Originando unos flujos de lava que continuarían durante miles de años después.

Aquellas erupciones serían las que generaron la lluvia ácida cuando los gases volcánicos se mezclaron con el agua de lluvia, bañando la Tierra en ácido diluido, que terminaría matando las plantas en la tierra. Mientras por el lado de los océanos poco profundos la acidificación atacaría a todos los organismos marinos con esqueletos de carbonato.

Finalizando con otros fenómenos naturales como el origen de grandes tsunamis con olas que alcanzaron hasta 300 metros de altura que terminarían por afectar los demás organismos vivos. Y la radiación termal inducida por aquellos fuegos que finalmente terminarían por consumir el oxigeno y envenenar la atmosfera con dióxido de carbono.

En cuanto a las millones de toneladas de roca que fueron pulverizadas se quedarían suspendidas en la atmósfera, bloqueando la luz solar y provocando un efecto de “invierno nuclear”, disminuyendo la temperatura global e impidiendo el proceso de fotosíntesis en las plantas. Sumiendo al planeta en una época de frío y oscuridad que tuvo graves consecuencias para la vida terrestre. Las plantas fueron las primeras en desaparecer, y la muerte se fue transmitiendo después a través de toda la cadena alimentaria.

Todo aquello llevaría a la extinción masiva ocurrida al final del período Cretácico, hace 66 millones de años, que sería ni más ni menos la principal responsable de la desaparición de los dinosaurios, de los reptiles o dinosaurios marinos (plesiosaurios, mosasaurios e ictiosaurios), los reptiles voladores denominados pterosaurios, los amonites y los rudistas, la mayor parte de gasteropodos, bivalvos, equinodermos, corales, braquiopodos o vertebrados como los elasmobranquios (tiburones y rayas), mamíferos primitivos, peces actinopterigios y el plancton marino que se extinguió totalmente y tuvo una profunda repercusión en la cadena trófica.

En donde los reptiles gigantes no pudieron superar aquel cambio climático y geográfico tan fuerte, que le llevo a la mayoría de sobrevivientes no poder continuar. Debido a que su alimentación se volvió escaza, los arboles dejaron de crecer, la poca vegetación pudo estar contaminada o finalmente dio paso a otra clase de flora que no pudieron tolerar. Razón por la cual los herbívoros mas grandes se fueron extinguiendo, así como los carnívoros quienes no encontraban alimento suficiente dentro de su cadena alimenticia. Dejando al azar sus crías (huevos) que probablemente fueron la fuente de sustento de los animales más pequeños que por su tamaño lograron adaptarse mejor a ese nuevo hábitat y años después llevaría a que algunas criaturas evolucionaran y se adaptaran reduciendo su tamaño.

Evolución de los mamíferos al primer homínido (Ardipithecus Ramidus) ★★★★★

Al ir desapareciendo los dinosaurios gradualmente otra especie de animales irían ocupando ese lugar. Sería aquellos reptiles y mamíferos que aprovecharían esa vegetación y alimento escaso muchas veces encontrado en lugares hostiles y de poco alcance. Por ejemplo para los lagartos alados (Pterosaurios), la reducción de su tamaño les permitió ir modificando sus mandíbulas alargadas hasta llegar a una diversidad de picos que les permitía explotar muchos recursos inaccesibles. Así mismo mejorarían su forma de planear hasta incluso llegar a volar por pocos instantes.

En cuanto a los mamíferos primitivos para aquella época ya se habían dividido en 3 linajes principales: Los monotremas (como el actual ornitorrinco), Los marsupiales (como los actuales canguros) y Los placentarios (la mayoría de los mamíferos actuales). Serían estos grupos de sobrevivientes los que experimentaron una explosiva radiación adaptativa durante el periodo terciario. Siendo los más predominantes los placentarios pequeños animales que empezarían a salir de sus escondites bajo la tierra para dominar los diferentes espacios que se encontraban a su disposición. Pues anteriormente permanecían ocultos para evitar ser aplastados o comidos por aquellas criaturas gigantes que en ese momento dominaban el ecosistema.

Conociendo por primera vez al Juramaia Sinensis, el mamífero placentario más antiguo que se conoce, de hace 160 millones de años. Que proporcionaba alimento a sus crías aún no nacidas a través de la placenta y que además tenía una ventaja sobre los demás y era la de sus extremidades anteriores que estaban adaptadas para la escalada. Lo que les daría la capacidad de escapar por los árboles y estar en las copas de los árboles, explorando una zona del entorno hasta el momento desconocida.

Años después entraría a dominar ese nicho un pequeño mamífero más evolucionado que se alimentaba a base de frutas e insectos. Que habitaba curiosamente entre los árboles y que sería conocido por el investigador Stephen Chester, como el Purgatorius. Que tenía una particularidad en sus características anatómicas que le habría permitido a un animal como este girar y ajustar sus pies para agarrarse con ellos a ramas mientras se movía por los árboles.

Surge después otra de las ramificaciones de estos mamíferos, los protoprimates, que aprovechan un nuevo fenómeno climático climático conocido como el Máximo Térmico del Paleoceno-Eoceno, en donde las temperaturas mundiales tuvieron las medias más elevadas de todo el Cenozoico, con la consecuente diversidad paleoflorística y heterogeneidad de ambientes terrestres, que propiciaron las radiaciones adaptativas para que estos proto-primates fueran adquiriendo sus rasgos y así mismo fueran encontrando su su nuevo hábitat en las selvas de Europa, América y Asia.

Es en aquellos continentes donde se empiezan a formar la línea de los arborícolas, es decir de aquellos proto-simios que sobrevivieron y empezaron a utilizar las copas de los árboles como su nuevo hábitat. Los cuales comenzaron a tener algunos cambios trascendentales: sus ojos se empezaron a deslizarse hacia la parte frontal del rostro, lo que les motiva a observar lo que cogían con sus garras (que tenían ventosas) y fueron mejorando hasta desarrollar los pulgares oponibles. Que les facilitaba pasar de rama en rama entre los arboles y manipular sus alimentación herbívora.

Entre ellos encontramos al Plesiadapis que era un animal pequeño, parecido al lémur o la ardilla, que medía 30 cm de largo. Y que consiguieron moverse fácilmente, entre las ramas de los arboles y la extensa llanura. Que les fue dando una ventaja sobre las demás especies, pero que igualmente les afecto en otros aspectos, pues comienzan a tener problemas cuando sus descendientes crecen en tamaño, complicándoles el movimiento entre las ramas. Razón por la cual tuvieron que transformar su anatomía para acostumbrar a desplazarse de otra manera más efectiva. Pues resulta que al no poder correr mediante sus extremidades de apoyo, como los cuadrúpedos terrestres y su antiguo antecesor el pequeño mamífero, tuvieron que evolucionar hacia un sistema de extremidades prensiles, que les permitirían abrazarse y colgarse de las ramas de los árboles como los demás Arborícolas.

Llegando así a una de las especies que mejor se adaptaría a estos cambios, el primer mono con cola larga(Archicebus), un buen cazador diurno e insectívoro, que continuó viviendo en los árboles. Que convivió con otra especie arborícola como el Notharctus que también pertenecía a ese linaje primitivo y era muy similar a los lémures. El cual tenía alargados sus dedos, consecuencia de una adaptación para trepar y desplazarse por las ramas.

Es entonces cuando empiezan a prosperar los primeros primates verdaderos, en aquellos continentes. Exactamente hace unos 70 millones de años, en la época llamada Paleoceno, en donde hallaríamos los primeros mamíferos parecidos a los primates, conocidos como los prosimios. Que habitaron el continente asiático hace 55 millones de años, para posteriormente extendersen hacia África hace 30 millones de años a través del desaparecido mar de Tetis. Serían estos los primeros monos, primates con cola, y los primero primates antropoides o simios llamados así por su gran similitud al hombre, que estuvieron presentes en el Viejo Mundo (Asia y África) y en el Nuevo Mundo (Sudamérica).

Llegaríamos entonces así a la época del Eoceno temprano, en donde los verdaderos primates, o primates de aspecto moderno harían su aparición. Claramente con un anatomía moderna algo diferente como por ejemplo un acortamiento de su rostro, sus orbitas más frontalizadas y un mayor tamaño cerebral. Ya en ese momento presentaba una uñas planas en lugar de garras, y sus habilidades locomotoras incluían un repertorio de movimientos más allá del cuadrupedalismo estricto, tales como adaptaciones al salto en los miembros posteriores, o miembros anteriores más gráciles y propensos a hábitos trepadores entre los árboles.

Teniendo así uno de los representante más conocido de la orden de los primates, Aegyptopithecus zeuxis (Propliopithecus zeuxis), el cual tenía un tamaño aproximado al de un gibón y contaba con una corteza visual de gran alcance, lo que quería decir que tenían una visión muy aguda, algo muy característico de los antropoides. Su cerebro era algo pequeño, su hocico recto y alargado arcaico, pero su forma de caminar aun continuaba siendo de un cuadrúpedo arbóreo.

Desde entonces seria considerado el ancestro más antiguo de monos y humanos. Con el cual se inicia la divergencia del Orden de los primates, que con el tiempo se dividen en dos grupos: el suborden prosimios (estreptorrinos) y el suborden de antropoides (haplorrinos).

Que en este caso sería el de nuestro interés, es decir el de antropoides, que se divide en dos infraordenes: los Platirrinos (monos del Nuevo Mundo) y los Catarrinos (monos del Viejo Mundo). Que finalmente tienen 4 familias de las cuales dos nos interesa: la de los póngidos (simios, orangutanes, gorilas, chimpancés, bonobos y otros extintos). Y la familia de los homínidos, que comprenden varios generos: Ardipithecus, Australopithecus, Parantropus y nuestro genero homo, del que han existido al menos 5 especies.

Es en este contexto que aparecen los eslabones perdidos de algunos de estos primates, iniciando con el Dryopithecus (mono de los árboles) que perfecciono la braqueación, tuvo una mayor longitud de la mano, sus brazos eran más largos, un tórax ensanchado, con al piernas y su columna vertebral más corta y rígida. En cuanto a su tamaño median alrededor de 1.10 metros de alto y pesaban unos 34 kg. La habilidad de esta especie era sin lugar a dudas la de desplazarse colgados de las ramas para así escapar de sus depredadores o acceder fácilmente a los frutos de los árboles. Empezaron a vivir en grupos lo que les permitió desarrollar un sistema de cooperación en donde se compartían el alimento o se alertaban cuando notaban algún peligro.

Tiempo después hace aproximadamente 7 millones de años aparece en el escenario un primate conocido como Sahelanthropus, que caminaba con los nudillos, según una investigación publicada Journal of Human Evolution. Teniendo así a un simio del Mioceno que caminaba con los nudillos lo que llevo a que esta especie pasará a una posición evolutiva privilegiada única.

Hasta llegar a una especie de homínido (familias de primates) de 6 millones de antigüedad que era muy similar a los actuales chimpancés, con una importante diferencia: la longitud y forma del húmero y del fémur, así como la disposición de la articulación con la pelvis, evidenciaban que estos homínidos tenían la capacidad de caminar erguidos con la de trepar a los árboles.

Teniendo una dieta principalmente herbívora y frugívora, aunque es muy probable que fueran omnívoros y obtuvieran sus proteínas alimentándose también de insectos.

Tuvo que pasar un buen tiempo exactamente hace 4,4 millones de años para que apareciera otra especie de homínido mas evolucionada, o por decirlo así un primate superior, conocido como el Ardipithecus Ramidus. El cual ya empezaba a diferenciarse de los chimpancés en dos aspectos: por una parte habían comenzado a desarrollar la locomoción bípeda como un modo eficiente de desplazarse por el suelo del bosque. Es decir que cuando este primate bajaba al suelo ya no se movía a cuatro patas y apoyando los nudillos como lo hacían los gorilas. Ya que su ante pié lateral estaba adaptado extensivamente al caminado vertical, mientras que el ante pié medial retenía adaptaciones para la explotación arbórea. Lo que sugería que Ardi tenía una locomoción híbrida; es decir, trepaba árboles, pero también caminaba erguida.

Por el otro lado sus caninos ya no presentaban bordes cortantes, lo que indica que habían comenzado a reducirse de tamaño. Y su cubierta de esmalte era relativamente delgada, muy similar a la de los chimpancés. Es decir que continuaron con su dieta basada en frutas, nueces y tubérculos. Que irían complementando con insectos, huevos y animales pequeños. Esto gracias en gran parte al aprovechamiento de su pulgar oponible que les permitió agarrar y manipular las plantas con más facilidad y precisión. Y así mismo les llevaría a utilizar estas ventajas de adaptación para desplazaren en un paisaje que estaba dominado por bosques tropicales con arroyos y pequeños parches densos, más selváticos, que a lo lejos se mezclaba con áreas más abiertas de pradera. En donde aprovecharían la presencia de los árboles tropicales caducifolios, los árboles frutales de corteza lisa (higueras) y algunas palmas de tamaños de alrededor de 20 metros para alimentarse.

Evolución de los homínidos hasta el Hombre Moderno (Homo Sapiens Sapiens) ★★★★★

Con este artículo finalizamos la evolución del primate superior al homínido y postertiormente al Homo Sapiens Sapiens (Hombre Moderno). Llegando a un término conocido como la homonización, que hace referencia a las diversas etapas que componen el desarrollo evolutivo de nuestra especie.
Es decir que aquí encontramos de una forma resumida y práctica las diferentes etapas de nuestros ancestros comunes hasta ir llegando a evolucionar completamente al ser humano que conocemos hoy en día.

Analizando cómo los mamíferos terminaron por evolucionar en los protoprimates, quienes empezaron habitar los árboles, hasta el primate superior que empezó a desarrollar la locomoción bípeda y por ende su capacidad cerebral. Hasta llegar al primer homínido con quien se inicia la salida de África a distintos continentes, estableciendo allí nuevas especies que finalmente llevarían a originar al Homo Sapiens Sapiens el hombre moderno y que actualmente habita el Planeta Tierra. Ver Completo

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