El ascenso gradual de Hitler hasta ocupar el mando del partido nazi

Actualización: junio 21, 2025


Antes de convertirse en el líder del Partido Nazi y el arquitecto del Tercer Reich, Adolf Hitler fue un personaje moldeado por el fracaso, el resentimiento y las convulsiones de una Alemania derrotada. Su juventud estuvo marcada por una formación académica irregular, ambiciones artísticas frustradas y una personalidad cada vez más radicalizada, factores que lo llevaron a abrazar el ultranacionalismo y el antisemitismo. Tras la humillante derrota de Alemania en la Primera Guerra Mundial—conflicto en el que participó como soldado—, Hitler encontró en el incipiente movimiento nacionalsocialista la plataforma perfecta para canalizar el descontento popular. Su oratoria carismática, su habilidad para explotar el miedo y su promesa de restaurar la grandeza alemana lo catapultaron al centro de la política en una sociedad hundida en el pesimismo.

¿Cómo logró un hombre con tantos fracasos personales transformarse en el líder absoluto de una nación? ¿Qué experiencias forjaron su ideología destructiva? Esta es la historia de los años clave que definieron a Hitler, un relato imprescindible para entender no solo su ascenso, sino también las causas que llevaron al mundo a su conflicto más devastador.
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Adolf Hitler su niñez y su primera etapa de formación ★★★★★

Adolfo Hitler nació en el seno de una familia de clase media a las 6:30 de la tarde el 20 de abril de 1889, en el pequeño poblado fronterizo de Braunau (Austria).

Su nombre Adolf, proviene del antiguo alto alemán y significa “lobo noble”. Apodo que se puso más adelante y solo gente muy cercana a él podía referirse con ese sobrenombre.
Es por ello que vemos algunos nombres de los cuarteles generales que toman la palabra wolf.

No tuvo una niñez ideal pues creció en un ambiente hostil, pues su padre le pegaba con frecuencia. Encontrando cobijo maternal en su madre Klara.

Fue el cuarto de seis hijos de la pareja, sus 3 hermanos mayores murieron durante sus infancia, y su hermano menor muere de sarampión de 6 años.

Todos estos antecedentes irían forjando el comportamiento y carácter de Hitler, un niño que desconfiaba de la gente de su entorno, con pocos amigos, malhumorado, conflictivo, inmerso en su fantasía y alejado de la realidad que le rodeaba.
Su único apoyo incondicional lo veía en su madre a la cual le tenía gran devoción.

Por otro lado esa sensibilidad estuvo marcada por el arte, pero su padre tenia otros propósitos para él, seguir sus pasos para finalmente trabajar con el Estado.

En contra de los deseos de Hitler, seria este quien lo matricula en la Realschule, un colegio orientado hacia la formación técnica, que lo alejaba de su auténtica vocación: ser un artista. Toda esta contrariedad ante sus prioridades lo conllevo a ser una persona indisciplinada, descontento con todo, poco sociable con sus compañeros y a veces conflictivo o revoltoso.

Desaprobando intencionalmente las materias, como mecanismo de respuesta ante su descontento, pues siempre quiso ser fue un artista.

Lo único que le animaba de ese colegio en Linz serían las enseñanzas de su profesor de historia, Leonardo Poetsch. Cuyas lecciones de historia resultaron haber sido una furibunda propaganda nacionalista. Aquí aprendió amar sus verdaderas raíces germanas y a descubrir el significado del autentico amor a la patria.

Y con tan solo 11 años defendió su postura al radicar su ideología nacionalista alemana por encima de la austriaca, lo que le conllevo a una mala convivencia, gritos y maltratos por parte de su padre.

Un recuerdo que le marcaría su infancia sería cuando observo con inocencia y asombro un símbolo inscrito en la fachada de la escuela: la cruz gamada. Que le abrió esa pasión oculta hacia los misterios detrás de la historia.

A causa de su mediocre expediente académico Hitler debió abandonar en 1904 la Realschule de Linz y se trasladó a la de Steyr, distante unos ochenta kilómetros.

La adolescencia de Hitler y su inclinación artística ★★★★★

Allí abandona los estudios a los 16 años, después de haber sido calificado positivamente en la asignatura de dibujo y haberse convencido a sí mismo que su futuro estaba en la pintura.
Se mantiene 3 años en Linz sin buscar trabajo, muchas veces en compañía de August Kubizek, probablemente el único amigo que tuvo en su adolescencia.
Con el es que iniciaría grandes conversaciones de pangermanismo, ciencias ocultas, mitología teutona, caballería, arte, pintura y opera.

Temas de los cuales conocía muy bien pues mataba gran parte de su tiempo sumergiéndose en la lectura en particular: libros sobre pangermanismo, eugenesia, esterilización, y ocultismo entre otros.
Cuenta August Kubizek que algunas veces a Hitler se le veía preocupado por las reformas sociales de los barrios pobres, ideando alternativas políticas y estructurales que frenaran la situación del país.

Se puede decir que su amigo sirvió de auditorio en el que Hitler derramó sus precoces puntos de vista del arte, la política y la vida.

También de compañía durante su estancia pues aquel joven muchas veces iba con Hitler a los teatros a escuchar durante horas sus temas favoritos: Lohengrin, su numero uno, Parsifal, o El anillo del nibelungo, que mágicamente los transportaba al mundo mítico de Wagner, repleto de montañas envueltas en niebla y de condenados héroes nórdicos.

Al cumplir diecisiete años, Hitler viajó a Viena por primera vez y pudo prolongar su estancia en la ciudad dos meses gracias a la ayuda monetaria de su madre y otros parientes. Allí se presenta por primera vez a la Academia de Bellas Artes pero no logra pasar el examen de admisión.

Esto no le impide presentarse más adelante, agotando su ultimo cartucho, pero definitivamente no pasa el examen. Aquí el profesor le insinúa que se dedicará a la arquitectura. Algo difícil para el joven en aquel momento, pues no tenia el capital suficiente para ingresar.

Con este nuevo fracaso decide quedarse en Viena unos meses acompañando a su madre quien padecía en ese momento cáncer, la acompaña hasta su muerte. Algo que le marcaría mucho pues Hitler siempre sintió una gran conexión con su madre, quien era la que siempre lo protegía. Era la persona que lo conectado a la realidad pero ya con la marca de su ausencia, se llevaría con él, esa parte de humanidad que mantenía su equilibrio mental por ese tiempo.

Después de la muerte de su progenitora, el 21 de diciembre de 1907, Hitler viajó a Viena, donde inicialmente se ganó la vida gracias a diversos trabajos.

En esta etapa de su vida experimento durante meses condiciones de pobreza extrema.

Tocando fondo llegando algunas veces a la indigencia sin tener que comer, refugiándose en acilos humanitarios. Las oportunidades de trabajo eran imposibles, y la sociedad estaba corrompida, veía como las personas que estaban en peor condición que el eran un desecho para la sociedad, en donde la prostitución y la corrupción contaminaban la ciudad. En ese tiempo ve que la mayor parte de gente que comparte esa desdicha son judíos, que se los encuentra cada vez más en todos los lugares a donde se dirigía.

Es aquí, en su estancia en Viena, donde el antisemitismo hitleriano por todos conocido empezara a tomar forma. Entre 1909-1913 fue una de las mas decisivas en la formación de la ideología nazi.

Primero comienza a fascinarse sobre temas antisemitas, leyendo algunas veces la revista-folleto de Ostara. Que estaba dirigida por Jorg Lanz vi liebenfels, un extremista cautivado por las religiones paganas. Quien divulgaba constantemente publicaciones hindúes como la cruz gamada, literatura antisemita en donde defendía que los judíos eran biológica y genéticamente inferiores, afirmando que la fusión de razas es el pecado mas grave contra el santo espíritu. Folletines que le fascino al joven Hitler, que sintió como todas sus inquietudes por fin encontraban respuesta.

Luego dejándose llevar por dos posturas ideológicas que admiraba en ese momento por un lado la del movimiento pangermanista, la pureza como una sola nación, destacada por Schönerer donde ve en Alemania una raza superior (aria) y a los judíos como inferiores.

La otra postura la que le llegaría a causarle más impresión mientras Hitler permanecía en Viena, sería la del demagogo alcalde populista de la ciudad, Karl Lueger. Quien tenia un marcado antisemitismo que según el no era racial sino religioso. Quien aprovechándose de este beneficio antisemita despertado por Schönerer, logró movilizar el apoyo de sus seguidores, en su mayoría, de clases baja y media.

Pues no fue tanto la perspectiva ideológica de Lueger lo que atrajo a Hitler, sino más bien su habilidad para suscitar el apoyo popular. Un personaje que movía masas, que se presentaba como «tribuno del pueblo».

Quien siempre estaba consciente de su imagen y le le prestaba gran atención a la teatralidad de la política en sus numerosas apariciones públicas. Todo meticulosamente coreografiado y manipulado para producir el mayor impacto. Lo que lo convertía en un ejemplo de un nuevo tipo de político orador carismático.

Todo ello le llevo a Hitler a consolidar las bases de su ideología antisemita y pangermanista. Alimentada cada vez más por su odio con aquellas personas débiles, a quienes empezó a culpar de las desgracias de Alemania, razas inferiores que estaban quitándole oportunidades a los alemanes y que además estaban ocupando un espacio vital que no era destinado para ellos. Según Hitler ellos no pertenecían a ningún lado iban de una lado a otro sin pertenecer algún territorio propio.

Siendo ya un ferviente nacionalista pan-germano, que aborrecía a los Habsburgo y a la diversidad étnica del Imperio austro-húngaro.

Hitler su formación en el mundo militar y en la política ★★★★★

En 1913, pasó a Múnich para evitar hacer el servicio militar en el ejército Habsburgo.
No con ello seria llevado por las autoridades austriacas a someterse a un examen médico en el que fue declarado no apto, librándose así, de paso, del servicio militar.
Allí Hitler permaneció hasta 1914 año que se declara la Gran guerra, se alistó inmediatamente como voluntario, siendo aceptado y destinado como soldado raso al 16 regimiento Bávaro de Reserva.

En esta guerra lo hirieron mientras se le asignaba la tarea como mensajero, la cual nadie se ofreció como voluntario, allí Hitler descubre que no era un cobarde y le dan la cruz de Hierro por su valor.

Luego le ocurre un incidente durante la guerra que se dice fue la luz y a la vez oscuridad, pues renace aquí el líder esperado en Alemania, quien más adelante traerá desgracia y oscuridad en vez de victoria.

Resulta que es cegado por un un ataque británico durante la guerra de Trincheras con un gas venenoso, gas mostaza.
Luego es llevado al hospital en donde notan los doctores algo particular, que su ceguera no ha parado en el tiempo previsto. Los doctores no pudieron dar con el problema. Llaman entonces a un psicólogo alemán de apellido Foster, quien diagnostica una ceguera histérica no física.

Donde prescribe que la única forma de solucionar aquello es elevarle el ego. Comienza su juego mental con una vela, donde le da a entender que aquel es el elegido para que Alemania gane la batalla, que este personaje podía hacer de Alemania un gran territorio y cosas similares. Al ver que Hitler estaba muy interesado en los avances de la guerra, se le notaba así el nacionalismo germano.

La terapia funciona y su visión regresa de nuevo, aunque Hitler ve aquellos momentos como iluminación y esta convencido que él es la persona elegida para salvar Alemania.

Luego le dan la mala noticia a Hitler, de que Alemania había perdido la guerra, que se había rendido con un pacto firmado con los demás países involucrados.

Con esta noticia todo se torna negro nuevamente, y un odio crece en su interior, buscando culpables por todos lados, entre ellos a los judíos, comunistas y a los socialdemócratas que se rindieron sin ir hasta las ultimas consecuencias.

Como la guerra ya había finalizado no existían muchas oportunidades laborales dentro del ejercito, muy pocas vacantes pero Hitler quería seguir formando parte de este. Es así que le encomiendan ser una especie de instructor al ver su capacidad de liderazgo al dirigirse a sus tropas, lo envían entonces a diferentes acuartelamientos para eliminar cualquier sentimiento pro bolcheviques, pro ruso o de izquierda, e inculcar a los reclutas sentimientos nacionalistas alemanes y de derecha.
Se trataba de una campaña para aumentar la moral de las tropas, en suma, que había servido no obstante para darle fama de gran orador antisemita.

Varios soldados empiezan a comentar positivamente la capacidad de Hitler como conferencista. Aquí adolf Hitler ve como había gente que estaba dispuesta a escuchar sus opiniones sobre las dificultades de Alemania inmediatamente después de la guerra.

Frente a su postura nacionalista es citado el 3 de abril como representante (Vertrauensmann) de su batallón, un cargo que, entre otras atribuciones, tenía la misión de cooperar con las autoridades transmitiendo a la tropa material propagandístico, puesto que con anterioridad ya estaba ostentando.

Aquí estuvo bajo las órdenes del capitán Karl Mayr, con quien aprendió bastante sobre política, pues este superior estaba a cargo de una División de Inteligencia del ejército en el Reichswehr. A través de esta división es que el capitán Mayr reeducaba a su tropa, en especial a Hitler que comenzó a cristalizar su pensamiento ideológico.

Luego le envían a un curso especial en la Universidad de Múnich entre el 5 y el 12 de junio de 1919 en donde escucha varias conferencias que le ayudan a forjar un poco más su sentido político.

Ya con una formación más didacta sus conferencias y opiniones se hacen cada vez más convincentes, atrapando más oyentes dentro de las tropas. Tanto así que el capitán Karl Mayer le pide a Hitler escribir una declaración antisemita para sus discursos, la cual le resulto inflexible y desagradable. En ella decía que los judíos «causan una tuberculosis racial entre las naciones» y que el objetivo debía ser la «expulsión de todos los judíos» de Alemania.

Opiniones que obviamente no iba a compartir en sus sesiones, más bien le apartó un poco de Hitler al tener opiniones divididas.

Poco después le encargan al joven Hitler su primera tarea de inteligencia militar, y quizás la más importante, en donde le piden observar e informar sobre partidos políticos radicales, en especial el del Partido Obrero Alemán. Información que sería utilizada para el trabajo de Karl Mayer. Y que también sería para Hitler un trampolín para su carrera política (Nazismo).

Hitler y el Partido Nazi (Artículo completo) ★★★★★

Descubre como fue que el Partido Nazi llego a convertirse en el movimiento político más fuerte de toda Europa tras la Primera Guerra Mundial. Un movimiento político de una ideología totalitaria de tipo fascista, nacionalista y expansionista, además de racista (antisemita).
Impulsada por un hombre común y corriente, cabo del ejército en el Reichswehr, quien tuvo como misión espiar un movimiento político obrero que hasta ahora se estaba formado. Un partido que le llevaría a la cumbre más adelante hasta convertirse en en jefe supremo del Estado (Der Führer). Ver Completo

Fuentes sobre una reseña y bibliografía de Hitler ★★★★★

  • Weber, T. De Adolf a Hitler: La construcción de un Nazi. Taurus. Análisis del desarrollo ideológico.
  • García Cardenas, J.A. Adolfo Hitler: La historia de una inteligencia “perdida” (2015). [PDF académico].
  • Cosnava, J. Hitler Adolescente: 1889-1903. CreateSpace (2015). 304 páginas.

    Estudios sobre ideología nazi

  • Vázquez de Acuña. Racismo y genealogía (der Ahnenpass). [PDF institucional]. Análisis de las políticas raciales.
  • Weber, T. La Primera Guerra de Hitler. Taurus (trad. Belén Urrutia). Contexto militar formativo.

Fuentes controvertidas

  • Basti, A. Los secretos de Hitler. [PDF con reservas]. (Requiere verificación cruzada con fuentes académicas)
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