Actualización: octubre 22, 2025
1Una serie de películas que se dividen en 4 capítulos ficticios con uno que otro dato real a fin de hacerlas más interesantes, contando a groso modo quien fue este personaje y su importancia en el mundo de las artes marciales.
Considerada como una de las sagas más importantes del género de artes marciales. En donde sobresale sin lugar a dudas a Ip Man (2008) como la favorita, y para nuestro post o apartado Ip Man 4 (2019) que nos sitúa en 1964, cuando la eventual estrella de Operación Dragón, Bruce Lee comenzaba a crear su fama en el mundo occidental.
Ficha Técnica
Ip Man 4 2019 2017
| País | Hong Kong |
|---|---|
| Director | Wilson Yip |
| Guión | Hiroshi Fukazawa, Edmond Wong |
| Formato | Cine Comercial |
| Reparto | Donnie Yen, Scott Adkins, Danny Chan, Vanness Wu… |
| Género | Artes Marciales |
Trailer Ip Man 4 2019
Película Ip Man 4 2019 (Sinopsis)
El maestro de Wing Chun Kung Fu, Ip Man, viaja a los EE. UU., Donde su alumno Bruce Lee ha molestado a la comunidad local de artes marciales chinas al abrir una escuela para enseñar a los extranjeros chino Kung Fu, por cierto, quiere encontrar una escuela secundaria para que su hijo estudie. in, que necesita una carta de recomendación del maestro de la comunidad local de artes marciales.
Fandom; Ip Man 4; Fecha [n.d]. Obtenido de : https://drama.fandom.com/es/wiki/Ip_Man_4
Película Ip Man 2019: el Final (Premios y Reconocimientos)
La aclamada película de artes marciales “Ip Man 4: El Final” recibió múltiples reconocimientos en prestigiosos festivales y ceremonias de premiación dedicados al cine asiático y de acción. Su impecable dirección, coreografías espectaculares y las sólidas interpretaciones de su elenco la consolidaron como una de las producciones más destacadas de 2019. Entre los premios y nominaciones más relevantes se encuentran:
- ✱ 5 Premios Golden Angel en el Festival de Cine Chino Americano (2019), en las categorías:
- – Mejor actor: Donnie Yen
- – Mejor actor de reparto: Yue Wu
- – Mejor director: Wilson Yip
- – Mejor película destacada
- – Mejor productor
- – Mejor coreografía de acción: Yuen Woo-ping
- – Mejor montaje
- – Mejor diseño de sonido
✱ En los Premios de Cine de Hong Kong (2020) obtuvo reconocimientos en las siguientes categorías:
✱ Recibió nominaciones en los Premios Golden Lotus del Festival Internacional de Cine de Macao (2019), incluyendo la categoría de Mejor imagen.
✱ Adicionalmente, fue reconocida internacionalmente por su éxito de taquilla y su impacto cultural, consolidando el legado cinematográfico de la saga “Ip Man” y su protagonista.
Película Ip Man 4: The Finale 2019 (crítica y reseña)
La película Ip Man 4: The Finale (2019) representa el emotivo cierre de una de las sagas de artes marciales más influyentes de las últimas décadas. Dirigida por Wilson Yip y producida por Raymond Wong, la cinta combina una impecable puesta en escena con un toque artístico muy característico de las producciones de acción de Hong Kong. Su estilo visual y coreográfico, cuidadosamente diseñado, dota a cada combate de una intensidad visual y emocional que trasciende el simple espectáculo físico, convirtiéndolo en un vehículo para transmitir identidad, orgullo y resistencia cultural.
La historia se sitúa en la década de 1960 y nos presenta a Ip Man, interpretado nuevamente por Donnie Yen, viajando a San Francisco, Estados Unidos. Allí busca asegurar el futuro educativo de su hijo mientras lidia con una enfermedad que marca el ocaso de su vida. Su llegada no solo tiene un objetivo personal, sino también un trasfondo cultural y social: en medio de un contexto de discriminación y tensiones raciales, Ip Man debe enfrentar una sociedad estadounidense que menosprecia la cultura china y su legado. Este choque cultural sirve como columna vertebral de la narrativa, dándole un tono más reflexivo y político que en las entregas anteriores.
Uno de los elementos más interesantes del filme es la aparición de Bruce Lee, quien —como discípulo de Ip Man— desafía las tradiciones al enseñar artes marciales chinas a estudiantes no chinos. Esta decisión genera controversia entre los maestros tradicionales de la Asociación China de Benevolencia, quienes ven en ello una traición a su cultura. Ip Man, sin embargo, representa una visión más abierta: considera que compartir el kung fu con el mundo no es una amenaza, sino una manera de fortalecer y preservar su esencia. Esta postura es fundamental para comprender la evolución de las artes marciales chinas y su impacto global.
La película también introduce a Hartman, un soldado chino-estadounidense que busca incluir el Wing Chun en el programa de entrenamiento de la Infantería de Marina. Esta propuesta desata la oposición de los instructores estadounidenses Geddes y Collin, interpretados por **Scott Adkins** y **Chris Collins**, quienes encarnan el racismo institucionalizado de la época. A partir de este conflicto se desencadena una serie de enfrentamientos físicos y culturales que escalan hasta convertirse en un duelo emblemático entre dos visiones del mundo: una basada en la exclusión y la superioridad, y otra en la apertura y la dignidad.
En el apartado técnico, la película destaca por su impecable coreografía y dirección de combate. Los críticos han elogiado la habilidad de Wilson Yip para combinar artes marciales con narrativa emocional, algo que muchos consideran la marca distintiva de la saga. Medios especializados como The Hollywood Reporter y Variety resaltaron el equilibrio entre las secuencias de acción espectaculares y el trasfondo humano que las sustenta. Además, la actuación de Donnie Yen fue valorada como “contenida pero poderosa”, transmitiendo con sutileza el peso de la edad y la sabiduría de su personaje.
En síntesis, Ip Man 4: The Finale no es solo una película de artes marciales: es una despedida conmovedora que entrelaza acción, historia y crítica social. La cinta logra cerrar con dignidad la saga, mostrando a un Ip Man que, lejos de ser un simple guerrero, se convierte en un símbolo de resistencia cultural y legado espiritual. A través de combates magistralmente ejecutados y mensajes universales sobre identidad y respeto, esta entrega final se consolida como un cierre épico y profundamente humano, digno de su protagonista y de la trascendencia de su historia.
👊 Yip Man: El Guardián del Wing Chun que Despertó al Dragón (Bruce Lee)
Nacido en Foshan, en el entonces Imperio Qing, en 1893, Yip Man fue una figura fundamental en la historia de las artes marciales chinas. Se le reconoce como el primer maestro en enseñar abiertamente el arte del Wing Chun, una disciplina derivada de los legendarios monjes Shaolin hace más de 300 años. Este estilo de kung-fu se caracteriza por su enfoque en el combate en espacios reducidos, el uso de puñetazos rápidos, la defensa cerrada y una filosofía centrada en la eficiencia: no busca superar al adversario con fuerza, sino con sensibilidad, técnica, estructura corporal y un uso económico de la energía. Su precisión y constante perfeccionamiento le han otorgado la fama de ser un arte “científico” del combate.
Yip Man comenzó a entrenar Wing Chun a los 12 años bajo la estricta tutela de Chan Wah Shun. Aunque el costo de la enseñanza era alto, la posición acomodada de su familia le permitió estudiar intensamente hasta la muerte de su primer maestro. Pero su camino en las artes marciales no terminó ahí. Tiempo después, conocería a Leung Bik, un maestro veterano que lo derrotó sin esfuerzo en un combate, revelándole la profundidad técnica del Wing Chun. Este encuentro fue decisivo: tras un inicio marcado por la soberbia, Yip Man reconoció su error y pidió ser instruido. Aunque al principio Leung Bik se negó, terminó aceptándolo como discípulo al percibir su gran potencial.
Bajo la guía de Leung Bik, Yip Man perfeccionó el Chi Sau, un ejercicio esencial para desarrollar la sensibilidad en el contacto y dominar la defensa ofensiva. A los 24 años, regresó a Foshan con un dominio técnico excepcional y, aunque en un principio no pensaba enseñar, las circunstancias históricas lo llevaron a compartir sus conocimientos. Durante la ocupación japonesa, muchos chinos acudieron a él buscando aprender a defenderse, y su reputación como luchador y maestro creció rápidamente.
La llegada del comunismo en 1949 marcó un giro en su vida. A los 55 años, Yip Man se trasladó a Hong Kong, buscando una nueva oportunidad y escapar de la pobreza. Allí, para poder enseñar Wing Chun, debió enfrentarse a otros maestros de kung-fu locales en combates que le valieron respeto y reconocimiento. Finalmente, se le concedió el derecho de abrir su escuela. Comenzó enseñando en una asociación de trabajadores de restaurantes, y en pocos años ya contaba con su propio gimnasio y una base de discípulos en expansión.
Fue en este contexto que, a finales de los años 50, apareció un joven carismático y rebelde que cambiaría para siempre la historia de las artes marciales: Bruce Lee. Para entonces, Bruce era un adolescente inquieto, con un temperamento fuerte y una pasión ardiente por las artes marciales. Había tenido experiencias previas en otros estilos de combate, pero su búsqueda de eficacia real lo llevó a interesarse en el Wing Chun. Sabía que si quería convertirse en un verdadero luchador, debía aprender con el mejor, y ese maestro era Yip Man.
Bruce Lee no fue aceptado de inmediato. En la Hong Kong de la época, existían fuertes prejuicios contra los alumnos mestizos, y él tenía ascendencia europea por parte de su madre. Muchos practicantes consideraban que el Wing Chun debía enseñarse solo a chinos. Pero Bruce persistió, insistiendo en ser admitido, y su determinación impresionó a Yip Man. Este, más interesado en la habilidad y la disciplina que en el origen étnico, decidió entrenarlo, aunque inicialmente delegó parte de la instrucción en sus discípulos más avanzados. Sin embargo, con el tiempo, el maestro reconoció en Bruce un talento fuera de lo común.
El avance de Bruce Lee fue meteórico. En apenas tres años, absorbió las técnicas con una velocidad que desafiaba a los veteranos del gimnasio. Su confianza y espíritu combativo le generaron conflictos internos con otros alumnos, quienes lo percibían como una amenaza y se escudaron en su origen mestizo para intentar expulsarlo. Aunque Yip Man lo respetaba profundamente, la presión económica y política dentro de la escuela fue tal que terminó cediendo a las exigencias del comité y Bruce tuvo que marcharse. Pero para entonces, el joven ya había adquirido las bases que lo convertirían en un revolucionario de las artes marciales.
La relación entre Yip Man y Bruce Lee, aunque breve, fue determinante para ambos. Para Bruce, fue el encuentro con el maestro que le proporcionó un marco técnico y filosófico sólido sobre el cual desarrollaría su propio estilo: el Jeet Kune Do. Para Yip Man, significó ver cómo su arte ancestral trascendía fronteras, culturas y lenguajes, al inspirar a un alumno que luego llevaría el Wing Chun al mundo entero.
Yip Man falleció en 1972 a causa de un cáncer de garganta, pero dejó un legado inmenso. Su método de enseñanza del Wing Chun se extendió globalmente gracias a su visión abierta y al impacto de su discípulo más célebre, Bruce Lee. Décadas más tarde, su historia sería inmortalizada en varias películas biográficas, comenzando con Ip Man (2008), protagonizada por Donnie Yen. Hoy, su nombre es sinónimo de sabiduría, técnica y una filosofía marcial que trascendió el tiempo y las fronteras.
