Actualización: junio 21, 2025

Todo sobre Mauthausen, un campo de concentración de Categoría III
Este campo estaba ubicado a 20 kilómetros de Linz, la capital de Alta Austria, fue conocido como el campo Mauthausen, El campo de los españoles ó Mauthausen-Gusen en 1940 por los tres campos anexos de Gusen, una localidad situada a pocos kilómetros de Mauthausen.
Nunca fue considerado un campo de exterminio sino el único campo allí de categoría III, lo que suponía “la aniquilación a través del trabajo”. Por lo cual fue uno de los lugares más temidos de los deportados a Mauthausen.
Este campo adquirió el aspecto de una fortaleza, con sus torres de vigilancia, las murallas, el camino de ronda, los garajes de los SS y la kommandantur.
Para recibir a delincuentes comunes, personas consideradas “antisociales” e indeseables en la sociedad alemana, enemigos políticos del Reich, grupo de presos transferidos desde Dachau, polacos, soviéticos, italianos, alemanes, austriacos, yugoslavos y españoles en su mayoría. Pues después de la derrota de la España leal a la República en 1939, bastantes republicanos se refugiaron en Francia, donde estuvieron a salvo por un año, hasta que dicho país fue tomado por Alemania en la Segunda Guerra Mundial. Después de este suceso aquellos prisioneros republicanos españoles quedaron a la espera de que el gobierno de Franco indicase a sus amigos nazis qué se debía de hacer con ellos.
Pero el dictador decide no tomar partida en el asunto y los deja a su suerte, despojándolos de la nacionalidad española, quedando convertidos en apátridas y recluidos en el campo de Mauthausen.
Un campo de trabajo que se destaco por la severidad con la que trataban a los reclusos, casi 11 horas al día de trabajo en las canteras, donde extraían la piedra que se utilizaban para fortificar el propio campo, adoquinar las calles de numerosas ciudades austriacas y también en los edificios megalómanos ideados por Hitler. También se les vio forzados a trabajar como mano de obra esclava para la industria bélica de la Alemania nazi.

El infierno nazi de Mauthausen (los vejámenes)
– La escalera de la muerte, en esta prueba los prisioneros eran obligados subir diariamente de 10 a 12 veces unos bloques de granito de hasta 40 kilos, en una mochila de madera a la espalda, a través de los 186 escalones. En donde algunos agotados dejaban caer la piedra que rodaba hacia abajo contra los siguientes prisioneros, creando un efecto dominó horrible hasta finalizar las escaleras.
Los que lograban sobrevivir y llegar a la cima les esperaba un precipicio que fue la tumba de cientos de presos.
– El muro de los paracaidistas, un acantilado donde los nazis obligaban a los judíos a empujarse al vacío los unos a los otros. Cuando no obedecían los propios SS o los Kapos los arrojaban. En ocasiones las SS les apuntaban con su pistola donde les daban la opción de desplomaren al vació o un tiro de gracia. Algunos al ver esto desesperados se votaban por iniciativa propia.
Razon por la cual las SS lo llamó «The Parachutists Wall» (Muro de paracaidistas).
– El muro de las lamentaciones, donde les sujetaba algunos presos en ocasiones para ser interrogados. Les ataban las manos a la espalda y los colgaban con las cadenas para que el resto de los prisioneros los vieran. Luego con las manos atadas con una cadena a la espalda, le colocaban una moneda entre la nariz y la pared obligandolo a sujetarla durante horas. Los presos destrozaban la nariz y el rostro de tanto que apretaban para que no cayera. Al final lo dejaban allí uno o dos días para luego matarlo en ocasiones los SS lanzaban a sus perros contra las victimas, encadenadas e indefensas.
– El baño de la muerte (todebadeaktionen), perpetrado en Gusen. Aquí los SS obturaban los desagües de la sala de duchas para formar una pequeña piscina en la que ahogaban a los infortunados reclusos.
– Para finalizar con los métodos de los equipos móviles, los fusilamientos o camiones de gas llamados «camiones-fantasma», usados inicialmente para acabar con los enfermos mentales de determinados hospitales psiquiátricos. Que al final resultaron siendo un método ineficaz y difícil para los ejecutantes.

La mortandad en el Campo Muathausen (III) y la liberación
El descubrimiento del campo ocurrió entre el 3 y el 5 de mayo de 1945, cuando tropas del Tercer Ejército de EE.UU. —principalmente la 11ª División Blindada y unidades de reconocimiento– penetraron en Mauthausen, así como en subcampos como Gunskirchen y Ebensee. Se toparon con decenas de miles de prisioneros extremadamente desnutridos y con cientos de cadáveres apilados: un testimonio tan brutal que los propios soldados confesaron estar emocionalmente destrozados . En Gunskirchen la liberación fue casi accidental, impidiendo una ejecución masiva ordenada por Himmler minutos antes.
Tras la entrada de los estadounidenses el 5 de mayo, se montaron hospitales de campaña y equipos de socorro, pero cientos de prisioneros continuaron muriendo en los días siguientes, principalmente por tifus y desnutrición severa . Las fosas abiertas fueron rellenadas con la ayuda de civiles —obligados a presenciar las atrocidades— mientras las autoridades nazis huyeron o fueron apresadas en el lugar. La documentación y los testimonios recopilados fueron esenciales para los juicios posteriores, como el proceso de Mauthausen en 1946, y sentaron las bases para la memoria y justicia internacional.

Francisco Boix, breve historia del fotógrafo de Mauthausen
Allí entró a formar parte de la oficina del «Erkennungsdienst», un «Kommando» o grupo de prisioneros encargados de realizar las denominadas «fotografías de identificación» y documentar las actividades del campo de los prisioneros que llegaban a Mauthausen. En complicidad con otros presos fue robando negativos y los entregó a Anna Pointner, vecina de Mauthausen, quien los oculto en su casa durante varios meses.
Según Francisco Boix, fueron cerca de 20.000 los negativos sacados del campo, de los que se recuperaron medio millar.
Poco antes de Alemania ser derrotada totalmente a Paul Ricken, el SS encargado del servicio de fotografía del campo, se le da la orden de destruir las fotos para no dejar pruebas, al temían ser involucrados en dicha barbarie más adelante. Es así que le encomienda a Boix parte de dicha tarea, oportunidad que no desaprovecharía para seguir recopilando más negativos.
El 5 de mayo de 1945 cuando las tropas americanas liberan el campo, Francisco Boix registró todo el proceso con una de las cámaras Leica del servicio de la fotografía. Una vez libre recuperó los negativos, se trasladó a París y los reprodujo en el reportaje Mauthausen fotografiado por sus torturadores, publicado en la revista Regards el 1 de julio de 1945. Al igual que publicaría dos libros: Mauthausen (1945) y el Partido Comunista Checo (1946-1947).
Aquellos documentos fotográficos recopilados conmocionaron la opinión pública al ver la realidad oculta de aquel campo de atrocidades, donde veían como las SS dsfrutaban deshumanizando los reos que estaban bajo su control. (Ver más sobre los vejámenes de Mauthausen).
Dichas pruebas fotográficas le servirían para convertirse en un testigo clave contra varios jerarcas nazis en el proceso de Nuremberg. Y ser llamado el fotógrafo de Mauthausen pues su testimonio fue la llave para dictaminar la culpabilidad de los jerarcas nazis que participaron en aquellas atrocidades.

Sobreviviendo a Mauthausen (Paulino el Boxeador invicto)
Su historia inicia cuando entro a participar en la Guerra contra Alemania, apoyando el bando contrario a Francia. Para lo cual ingresa a la 28ª compañía de Trabajadores Extranjeros, laborando en primera linea para la construcción de fortificaciones. Pronto se hace prisionero en la zona de los Vosges, e inicia su largo periodo por los stalags alemanes (campos de prisioneros de guerra), hasta que finalmente es enviado a Mauthausen el 25 de enero de 1941.
Como todo se sabe en el campo de Mauthausen se llegan los rumores de que Segundo Espallargas tenia un talento para el Boxeo.
Lo postulan a uno de los combates que tenían lugar siempre cada domingo. Allí es cuando dejaría ver su gran talento noqueando a sus oponentes. Boxeando contra Kapos y contra quien le pusieran por delante los SS. El todo sería salvar su pellejo, pues siempre le amenazaban que si perdía iría directamente a la cámara de gas. Esta sed de supervivencia es la que le permite vencer en cada combate.
Fama que le llevo a ser bautizado como Paulino, por el comandante de Mauthausen-Gusen, quien admiraba mucho a un español guipuzcoano, y campeón que boxeaba en Alemania que se llamado Paulino Uzcudun. Con este apodo lo llamaba y le decía muchas veces ¡si no ganas, vas al crematorio!.
Esta habilidad como boxeador, junto con su corpulencia y estado físico le fue suficiente para sobrevivir en aquel infierno en el que permanecían.
Trabajaba duramente en la cantera y en comandos de carga y descarga de material pesado. Algunas veces conseguía laborar en las calderas de la cocina. Y desde allí intentaba siempre conseguir alguna ración de alimento para sus compatriotas más desvalidos.
Tras la liberación del campo de Mauthausen el 5 de mayo de 1945, Segundo Espallargas siguió boxeando profesionalmente en Francia como Paulino en categoría de peso pesado. Y su historia fue conocida en el mundo por ser el boxeador de Mauthausen.
Fuentes sobre el campo de concentración Mauthausen
- United States Holocaust Memorial Museum. Liberation of Gunskirchen. Testimonio del Mayor Coffman, 71st Infantry Division (1945). Secciones clave: “When troops entered the camp…” y condiciones post-liberación.
- TIME Magazine. “We Weren’t Prepared for This.” Inside the Accidental Liberation… (26/01/2018). Testimonios de Alan Moskin (soldado) y Nandor Katz (prisionero) sobre hallazgo de Gunskirchen.
- Soler, Ll. Francisco Boix: un fotógrafo en el infierno. Biblioteca Miguel de Cervantes (2003). [PDF, 83 páginas]. Testimonio visual del fotógrafo catalán.
- Fritz, R. Everyday Life and Survival at Mauthausen during the Final Stages of War. Dapim: Studies on the Holocaust (2015). Págs. 222-239 (condiciones extremas 1944-1945).
- Kranebitter, A. et al. Memorial Book for the Dead of the Mauthausen Concentration Camp. New Academic Press (2016). Registro documentado de víctimas (≈90,000 asesinados).
- Mayor Ferrándiz, T.M. Republicanos españoles en campos nazis. Revista de Claseshistoria (2014). [PDF, 30 páginas].
- Maršálek, H. History of the Mauthausen Concentration Camp (1ª ed. 1974). Base estadística: 190,000 recluidos, +90,000 muertes.
- Jardim, T. The Mauthausen Trial. Harvard University Press (2012). Capítulos 2-4 sobre juicio de 1946 (58 condenas a muerte).
- Villatoro, M.P. “El preso catalán que desveló el horror nazi”. ABC Cultura (05/05/2015). Enlace.
- L’Amicale française de Mauthausen. “Lo fácil era morir”. Deportados.es. Enlace.
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