Actualización: junio 19, 2025
Para devolver la tranquilidad a millones de víctimas del Holocausto se prepararon los Juicios de Nüremberg, con una serie de 13 procesos judiciales realizados por un Tribunal Militar Internacional acordado entre Estados Unidos, Gran Bretaña, la URSS y Francia contra jerarcas nazis.
En el cual se da sentencia de muerte a 12 acusados (Goering, Ribbentrop, Keitel, Kaltenbrunner, Rosenberg, Frank, Frick, Streicher, Sauckel, Jodl, SeyssInquart y Bormann). Y Tres son sentenciados a cadena perpetua (Hess, Funk y Raeder).
Un hecho que provocó indignación en muchos judíos que notaron como una cantidad de miembros nazis escapaban sin tener un proceso justo de reparación de las víctimas a tal magnicidio vivido en ese periodo.

Los sistemas de escape para nazis y el apoyo secreto de reconocidas instituciones
Una grande maniobra ideada por el alto jerarca Heinrich Himmler quien al ver que todo estaba perdido para Alemania había decidido crear dos meses antes de finalizar la guerra la operación llamada Aussemweg (camino al exterior). Donde se buscaba abrir rutas de escape, conexiones para los tramites de salida, financiación y destinos fascistas simpatizantes donde llegar.
Una operación financiada según las investigaciones de los servicios británicos, por dos ciudadanos suizos el Dr. Arthur Wiederkehr, un despiadado abogado que consiguió cerca de 2 millones de francos suizos en comisiones procedentes del dinero de los rescates de judíos y Walter Büchi, un joven suizo que tenia gran habilidad para poner a sus clientes en manos de la Gestapo. Ambos aprovecharon sus conexiones con la curia romana, especialmente con miembros del Teutonicum, una institución del vaticano que preparaba sacerdotes de origen alemán.
Todo conectado a una red o enlace suizo de la llamada unidad monetaria de las SS, dirigida por el general Hans Fischbock. Que era la encargada de hacerle los depósitos a los jerarcas nazis fugados. (El libro negro del Vaticano).
Un gran esquema ideológico con varios tentáculos en algunos países que compartían dichos pensamientos ideológicos y que en su momento tuvieron conexiones y negocios que mejoraron sus relaciones diplomáticas.
Mientras que por otro lado ya se había establecido otro organización supervisada por Martin Bormann, en donde se reúne en secreto junto a 5 magnates el 10 de agosto de 1944, en el hotel Maison Rouge de Estrasburgo, para conformar una red de conexión y apoyo para los Nazis que más adelante se encontrasen en peligro. Financiada con fondos especiales que curiosamente procedían del trabajo y el expolio de los judíos.
Dicha Organización de Antiguos Miembros de la SS fue la que se denomino como ODESSA, una red de colaboración secreta desarrollada por grupos nazis para ayudar a escapar a miembros de la SS desde Alemania a otros países donde estuviesen a salvo.
Que operó bajo 3 rutas de evasión:
– La Araña: cuya línea de fuga fue por España a través de la línea San Sebastián/Bilbao-Madrid-Tánger-Buenos Aires.
– Ruta de Libertad: Creada por la inteligencia estadounidense para dar asistencia a criminales de guerra nazis, ucranianos, lituanos y estonios de la SS con el fin de utilizarlos en una futura guerra contra la URSS.
– La Ruta de los Conventos o ruta de las ratas: Creada por el Vaticano a través de la línea Roma (Convento de San Girolamo), Nápoles o Génova Buenos Aires.
Apoyada claramente por el Vaticano donde se les ayudaba aquellos nazis a ser ubicados en paraísos seguros en Sudamérica, particularmente en Argentina, Paraguay, Uruguay, Brasil, Chile y Bolivia. Otros destinos incluidos serían Estados Unidos, Canadá y el Medio Oriente.
Usando la huida por el puerto de Génova, con ayuda de la Iglesia Católica. Algo que los historiadores supieron por mucho tiempo de que dicha institución ayudo con el escape de algunos nazis.
Uno de aquellos investigadores fue Gerald Steinacher, profesor de historia y de estudios judaicos que a través de sus reseñas asegura en uno de sus libros que miles de nazis fueron capaces de evadir la Justicia en colaboración del Vaticano y la Cruz Roja Internacional.
Donde plantea que muchos oficiales del Vaticano se excusaban al decir que los nazis de rangos menores no tenían responsabilidad por los crímenes de guerra, ellos simplemente estaban siguiendo órdenes o no sabían de antemano lo que estaba sucediendo.
El caso más impactante fue el del Papa Pío XII, salpicado con estos sucesos, al ser el Papa durante e inmediatamente después del Holocausto, quien vivió tranquilamente al tener simpatía oculta con el Tercer Reich y al identificarse profundamente con el pueblo alemán. Según el historiador Steinacher demanda que el pontífice se sentía cómodo ayudando a los alemanes, cuyos puntos de vista los compartía ampliamente con los alemanes. Que aunque vio al régimen nazi como un enemigo de la Iglesia Católica, nunca lo considero una amenaza y evito entrometerse en sus asuntos, quizás más por bienestar y comodidad de la cúpula sacerdotal.
También aseguró en otro de sus libros (Nazis on the Run) que la Cruz Roja difundió documentos de viaje emitidos “por error” a los nazis en el caos de la posguerra. Difundiendo al menos 120.000 documentos como pasaportes para que los nazis pudiesen huir a los países con conexiones fascistas especialmente en Suramérica. En donde se valieron de espías y simpatizantes establecidos allí, para que les suministraran apoyo y sustento a sus camaradas. Fue la llamada “Operación Tierra del Fuego” que deposito dinero e invirtió en distintas empresas locales con la finalidad de auxiliar aquellos nazis exiliados.
Argentina fue quizás la red más grande con refugiados nazis, apoyados por el gobierno de Juan Domingo Perón, quien avalado por los gobiernos regionales y acuerdos internacionales con países simpatizantes facilitó el intercambio y los viajes de estos refugiados nazis.
La República del Paraguay también estuvo vinculada con los refugiados, durante la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989), donde se especula que Mengele obtuvo la ciudadanía paraguaya en 1959 a manos de este presidente.
O Chile en donde se descubrió un gran engranaje de la maquinaria de espionaje nazi en América Latina. Así como se supo de antemano que muchos alemanes llegaron a Chile en un avión de Aerolíneas Argentinas en julio de 1961, la mayoría de ellos ex combatientes de la Wehrmacht, viudas de soldados y de oficiales muertos durante la guerra, y una veintena de niños y jóvenes púberes del Lebensraum.
Finalizando con Uruguay, Chile y Bolivia que colaboraron con el asilo de muchos nazis para protegerles de la condena ante los tribunales de justicia.
Por la ruta de la libertad se encuentran los Aliados (Estados Unidos y Rusia) quienes vencieron en la Segunda Guerra Mundial y se aprovecharon de cobijar bajo su protección a miembros nazis con cargos importantes en el desarrollo de la ciencia, la tecnología y la producción armamentista. Como proyectos de punteros de cohetes, armas químicas, biología avanzada, producción de las bombas V2 y demás.
La Unión Soviética los tomaba con menos consideraciones que Estados Unidos en cuanto a su trato, pero ambos se beneficiaban ruilmente de aquellos criminales nazis.
Por ejemplo los Estados Unidos trataron aquellos científicos nazis como ciudadanos de primera clase, recibiendo algunos responsabilidades diplomáticas y honores, sobre todo los implicados en los programas de cohetes. Un comentario suelto que hizo Annie Jacobsen, quien tras una exhaustiva investigación publicó la Operation Paperclip, un libro de 600 páginas.
Llamada Operación Overcast (Nublado) y rebautizada con el nombre de Project Paperclip, avalada por el Presidente Truman en agosto de 1945, que permitía la entrada de nazis, siempre y cuando no tuvieran supuestamente un expediente de “ardiente colaboración” con el nazismo. Llamada Operación Paperclip por los clips que sujetaban los dossieres (expedientes secretos) de los científicos seleccionados.
Uno de los personajes reclutados más importantes fue Wernher von Braun, el genio de la ingeniería que había desarrollado el primer misil balístico del mundo para Adolf Hitler durante la Segunda Guerra Mundial.

El Mossad y los cazadores de Nazis entran en escena
Algo que indigno a la comunidad judía víctimas de aquella barbarie, al ver como miles de soldados nazis, oficiales de la SS, colaboradores y simpatizantes nunca fueron enjuiciados. Es más algunos simplemente continuaron con la vida civil como si nada.
Todo se complicaría más con el nuevo periodo de post guerra, donde comienzan las políticas de reconstrucción de los países afectados, la preocupación por reactivar la economía y un periodo de periodo de amnesia con el tema del Holocausto que conlleva a reorganizar a nuevos líderes que buscarán que se haga justicia.
En paralelo aquella situación se crea el Mosad (Instituto de Inteligencia y Operaciones Especiales) de Israel el 13 de diciembre de 1949.
Un grupo de inteligencia secreta que opera de forma clandestina en varios países para hacer espionaje en asuntos competentes a su Estado.
Uno de ellos es dar con aquellos jerarcas nazis que escaparon y fueron olvidados por las demás agencias de investigación competentes entre ellas la oficina alemana que seguía el rastro de criminales como otras entidades que dejaron eso parcialmente en el olvido.
Una tarea de seguimiento que venia haciendo para aquella época otro judío inconforme con los Juicios de Nuremberg, Simón Wisenthal, el mas famoso de los cazadores nazis, quien siempre aclamó justicia, más no venganza.
Centrando sus esfuerzos en conseguir que sus presas respondieran ante la ley con todas las garantías, convencidos de que incluso el culpable mas culpable tiene derecho a un juicio justo.
Este gran personaje víctima del Holocausto, reconocido por sobrevivir a 12 campos de concentración y de ser uno de los pocos que sobrevivió a una marcha de la muerte.
En mayo de 1945, casi cuatro años después de su arribo a su último campo de concentración, Wiesenthal junto a sus compañeros de cautiverio fue liberado por el ingreso de las tropas norteamericanas a Mauthasen.
Toda esta mala experiencia vivida y la perdida de 89 miembros de su familia que fueron asesinados. Le motivaron a buscar justicia y a fijarse dos objetivos el primero reencontrarse con su esposa Cyla, y el otro el de identificar y perseguir a los criminales nazis que habían provocado once millones de muertes.
Una tarea difícil pero que no le quedaría grande pues sabia como iniciar su búsqueda, pues durante su permanencia en los campos de la muerte tomó buena nota de los nombres de muchos de los criminales nazis. Todas sus investigaciones le llevan a dar con una organización secreta fundada por oficiales retirados de la SS llamada “Odessa” era la culpable de haber ayudado a los nazis a evadir la justicia y a escapar de Europa hacia Sudamérica o el Medio Oriente.
La misma que estaba siendo investigada por el Mossad donde concluyen con algunas rutas claves de contrabando establecidas en los Alpes italianos donde allí partían los nazis con documentos falsos a los países con conexiones fascistas.
Es así que el Mossad se contacta con Simón Wiesenthal para trabajar en conjunto con la cacería nazi, intercambiando información para dar con los operativos de una forma rápida y eficaz. Entrando a formar parte del Mossad, instalando su oficina de inteligencia secreta en Viena gracias a la financiación de los servicios secretos israelíes.
Allí inicia su tarea de proporcionarles al Mossad nombres de criminales nazis que memorizo durante su estancia en aquellos campos de concentración.
Sucesos que le conllevan a un gran reconocimiento de ser el más importante cazador de nazis, sobresaltando sus operativos más famosos: el de Adolf Eich-mann, el arquitecto del holocausto; Karl Silberbauer, que prestó servicio en el campo de concentración donde murió la niña judía Ana Frank; y Franz Stangl, el temido comandante del campo de Treblinka, donde murieron más de un millón de personas.
Todos esos 60 años dedicados a buscar por todo el mundo a los dirigentes nazis que habían huido de Alemania tras la guerra. Le consiguió llevar ante los tribunales a 1.100 de ellos, lo que le llevo a ser reconocido en el mundo como el caza-nazis más importante.
De ahí en adelante empieza lo que se conoce como el apogeo de los cazadores de nazis entre los que nombraremos algunos de los más importantes:
– Rafi Eitan, considerado uno de los héroes de los servicios de Inteligencia del Estado de Israel, quien lideró el comando israelí para dar captura en Buenos Aires a Adolf Eichmann.
– Beate y Serge Klarsfeld, conocidos como la pareja cazadora de nazis, los más feroces cazadores de nazis que el mundo haya visto jamás. Quienes viajaron por todo el planeta para llevar a los secuaces de Hitler ante la justicia.
Una pareja famosa por sus capturas de criminales nazis ocultos en Latinoamérica tras la II Guerra Mundial, donde su positivo más importante fue localizar a Barbie (el carnicero de Lyon), en Bolivia, desde donde fue deportado a Francia por el presidente Hernán Siles Zuazo en 1982.
Fuentes sobre los Cazadores de Nazis
- Camarasa, J. Odessa – Las Fugas Preventivas. Ed. Aguilar. Páginas: 360. Fecha: 26 de octubre de 2012.
- Alt Miller, Y. (13/10/2013). Nazis en fuga. Aishlatino [Página web]. Recuperado de: https://www.aishlatino.com/iymj/holocausto/Nazis-en-fuga.html
- De Leo, G. (13/06/2019). ¡Escándalos! (4º de 8º): “El Vaticano y los Nazis”. Fe de Erratas [Página web]. Recuperado de: https://fedeerratasparaelalma.wordpress.com/2019/06/13/escandalos-4o-de18o-el-vaticano-y-los-nazis/
- Bauso, M. (31/12/2018). El cazador de nazis: la increíble vida de Simon Wiesenthal. Infobae [Página web]. Recuperado de: https://www.infobae.com/historia/2018/12/31/el-cazador-de-nazis-la-increible-y-polemica-vida-de-simon-wiesenthal/
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