Actualización: junio 13, 2025
Este Pacto Sagrado no fue estático; se transformó, se ramificó y se fortaleció a través de generaciones. Cada heredero, cada profecía cumplida, cada prueba superada, era un paso más hacia un plan divino que culminaría con el establecimiento de Israel en la Tierra Prometida.
¿Cómo se desarrolló esta alianza eterna? ¿Qué sucesos proféticos fueron cruciales para su cumplimiento? Adéntrate en este viaje donde la fe, la promesa y el destino se entrelazan en una narrativa que cambió el mundo para siempre.

El inicios del Pacto de Dios con los 3 grandes Patriarcas
Entre el linaje de hombres buenos llegamos al Patriarca Abraham, con quien Dios establece el Pacto de Israel, concediéndole una Tierra Prometida (Canaán) y una descendencia que gobernaría esa nación. Siendo reconocido en todo el mundo junto a su estirpe, Isaac y Jacob (Israel). Con quien se forman las 12 tribus de Israel que se establecerán en la Tierra prometida como una nación poderosa. Para conocer de una forma más completa acerca de los 3 patriarcas y el pacto con Dios. Ver Completo

José el gobernador de Egipto que salvo al pueblo de Israel
A partir de allí es que José comienza a creer que Dios lo había destinado para ser grande. En sus sueños, Dios le aseguró a José que tendría una posición de liderazgo sobre sus padres y hermanos. Y la misión de José como parte del pacto era la de salvar muchas vidas.
Aquí notamos entonces la posición de privilegio que José mantuvo con su padre y con Dios, lo que le llevo a tener ese don de interpretar los sueños. Esto en gran parte a que José siempre fue un hombre prudente, sabio y obediente. Razón por la cual lo envidiaban sus hermanos, quienes más adelante lo venderían como esclavo a una caravana de mercaderes que llevaban productos por Canaán hacia Egipto. Estos a su vez lo venden a Potifar, el “capitán de la guardia” que era un “oficial de Faraón” en Egipto.
Allí en Egipto es que José inicia su misión pues al ser un hombre sabio que interpretaba los sueños, llego donde el Faraón Sesostris I. Aquel faraón en ese momento había tenido un sueño en donde 7 vacas flacas se comían a otras 7 vacas gordas. José logra interpretar aquellos sueños diciéndole que iban a ver 7 años de prosperidad y buenas cosechas pero que pasado esos 7 años vendrían otros de hambruna y malas cosechas.
Es así que con la presencia de Dios y con el nombramiento del faraón, José es promovido a segundo al mando en Egipto. Fue llamado Zafnat-panea y además se le dio una esposa de nombre Asenat.
Afortunadamente, usando su habilidad y sabiduría dadas por Dios, José ayudó a Egipto a atravesar la crisis agrícola. Esto también le sirvió para que sus hermanos se acercaran a él sin saberlo, pues llegarían allí en la época de hambruna.
En aquel sitio a través de unas pruebas hechas por José, sus hermanos demuestran ser confiables. Luego sus hermanos le piden perdón y logran reconciliar esa relación. En cuanto a Israel (Jacob) al ver a su hijo exclama: Ahora ya puedo morir, después que he visto tu rostro y sé que todavía vives.
José se queda entonces en Egipto con la familia de su padre hasta que llega a los 110 años. Alcanzo a conocer a los nietos por parte de su hijo Efraín y su otro hijo Manasés. Al final fue embalsamado y puesto en un Ataúd en Egipto.
La bendición doble sobre José significo que en lugar de producir una tribu, serían dos. A partir de ese momento, las listas de las tribus mencionadas son la de Efraín y Manasés. Esto gracias a que Jacob su abuelo adopto a los dos muchachos como hijos legítimos ya que ellos eran de madre egipcia. De ahí en adelante fueron llamados la casa de Israel. Siendo ellos los que legítimamente poseen el nombre de Israel no los judíos.
Se cumple entonces lo que Jacob había profetizado que las tribus de Efraín y Manasés se multiplicarían. Pues Jacob al dar su bendición colocó la mano derecha sobre el hijo menor, sin haberse equivocado, actuando más por pálpito diciendo que Efraín el hermano menor sería más grande que Manases, y que su descendencia formaría multitud de naciones.
Sin embargo, este aparente final feliz tenía un lado oscuro. Dios le había prometido a Abraham y sus descendientes la tierra de Canaán, no la de Egipto. Es por ello que más adelante luego del fallecimiento de José, la relación de Egipto con Israel pasó de la hospitalidad a la hostilidad.
Se conoce de que José nunca fue enterrado. Que además su ataúd se puso sobre el suelo cerca de los 400 años hasta que fue llevado de vuelta a Canaán. Siendo un testigo silencioso de todos estos años que Israel iba a volver a la Tierra Prometida, como Dios había dicho.
Como anécdota se supo que durante ese tiempo, si algún niño se acercaba a su ataúd y preguntaba por qué estaba allí en vez de ser enterrado se le respondía “Porque el gran hombre José no quería ser enterrado en Egipto, sino en el Tierra Prometida donde Dios algún día nos llevaría.

Se cumple la profecía de los 400 años de opresión en Egipto (fallos del Pacto)
Volviendo a la historia de José el gobernador de Egipto su buena labor y administración trajo consigo una época de prosperidad donde los hebreos serían los principales beneficiarios del éxito conseguido por José. Pues el faraón dejo la tierra de Egipto a su disposición, dejándole la tierra de Gosén que era una de las mejores en ese momento. Todo gracias a que José siempre había mantenido esa unidad con su pueblo, por la que lograron sacarlo adelante en medio de la crisis. Es así que vivieron 30 años como invitados y privilegiados al ser parientes el primer ministro faraón José.
Sin embargo, tras la muerte de José, sus hermanos y toda aquella generación. Los hebreos no mantuvieron esa unidad. Quisieron ser como los egipcios: egoístas. Pero no eran conscientes de que, al hacerlo, perderían el favor del Faraón.
Empezaron a seguir las tradiciones egipcias y olvidarse del pacto que tenían con Dios. Empezaron así la idolatría es decir adorar aquellos dioses significativos para los egipcios. Todo ello conllevo a que el faraón observará a los israelitas como un pueblo disperso en el que ya no reconocía a José. Pues esa unidad que se había mantenido anteriormente ya no se veía pues las nuevas generaciones que precedieron a José estaban perdidos.
Comenzaron entonces los israelitas a tener muchos hijos a tal grado que se multiplicaron exponencialmente haciéndose más poderosos y fuertes. Es entonces cuando llego al poder otro rey egipcio que no había conocido a José y a su pueblo. Y se percata además que los israelitas están creciendo en numero lo que más adelante podría provocar una guerra en contra de ellos.
Es de esta manera que el faraón comienza a ver al pueblo de Israel como una amenaza, por lo que inicia la tiranía y opresión en contra de ellos.
Y se cumplen las palabras proféticas que Yahveh dijo a Abraham: “debes saber que tu semilla será peregrina en una tierra que no es de ellos, (y les servirán y los afligirán) 400 años. Y también juzgaré a esa nación a quien ellos servirán. Y después saldrán con gran sustancia de allí”.
Entonces el faraón le impone labores de esclavos a los israelitas para mantenerlos ocupados y controlados. Deduce que al hacerlos trabajar día y noche en la construcción, llegarían exhaustas sin energías para pensar siquiera en seguir procreando.
Comienzan entonces a construir grandes ciudades y monumentos en Egipto (Pitom y Ramsés), excepto las pirámides. Fue la primera fase de la esclavitud establecida bajo un procedimiento legal supuestamente, ya que los israelitas trabajaban para el gobierno.
Pero cuanto más se les oprimía más procreaban y se multiplicaban. Es en ese punto que el faraón decide comenzar con la fase 2 de la esclavitud de los hebreos, los trabajos forzados que se consideran “párej”. Aquí en esta etapa ya no se les reconocía como trabajadores sino como esclavos sin derechos.
Sin embargo el faraón no quería matarlos al ver que su mano de obra gratuita le favorecía. Piensa en acabar el problema de raíz y ordena la muerte de todos los niños. Y les habla a las parteras hebreas de que en cada parto observaran el sexo del bebe y si era varón tendría que arrojarlos al rio y si era mujer debían dejarlas vivir.
Ellas comenzaron a temer al Faraón y a sus nuevas órdenes, pero ellas temían mucho más a su Dios. A raíz de esto el plan del faraón se vio interrumpido, entonces decide ser más radical, ordenando que todos los infantes varones debían morir sin importar si fuesen egipcios.
En la estancia de ese nuevo decreto, es cuando Amrán y Jocabed, israelitas devotos de la tribu de Leví, tienen un hijo. Un ser especial al que ellos ven como alguien enviado por Dios para alguna obra en especial. Entonces la madre procede a ocultar a su hijo durante 3 meses, pero cuando ve que ya no puede esconderlo más y mantenerlo a salvo. Es que prepara una arquilla de juncos, la impermeabiliza con brea y asfalto, para colocar allí al niño en la orilla del río Nilo.
Con sus fervorosas oraciones le confía el cuidado de su hijo a Dios, quien a través de los ángeles lo vigilaba fielmente. Es así que dirigen su curso hacia la princesa Henutmire de Egipto, hermana de Ramsés II. Quien estaba allí en la orilla del río en ese momento junto a sus doncellas. Descubre la canastilla y adopta al niño, que se llamará Moshé (Moisés: salvado de las aguas).
Sería el hombre encomendado por Dios para liberar al pueblo hebreo de la esclavitud en Egipto y conducir el Éxodo hacia la Tierra prometida. Quien al ser descendiente de Leví, transmitiría la Ley al pueblo hebreo y sentaría las bases para el sacerdocio y el culto israelita.

Moisés el gran libertador y la renovación del Pacto (10 Mandamientos)
Sería este quien transmitiría la Ley divina (los 10 mandamientos) al pueblo hebreo y sentaría las bases para el sacerdocio y el culto israelita. Al ser uno de los descendientes de la Tribu Leví, a quien Jacob antes de morir les profetizo aquellos designios para cada tribu en nombre del Señor.
Para ver el informe más completo de Moisés y la renovación del Pacto con Dios de una forma muy resumida. Ver Completo

Josué condujo a los israelitas a la Tierra Prometida en Canaán (promesa cumplida)
Lo que significaba que cada ciudad tenía su propio rey, es decir que había que derrotar a cada ciudad para poder establecer allí un gobierno central en Canaán. Logrado esto la tierra prometida sería conquista y devuelta a el pueblo de Israel. Pero la tarea sería difícil ya que estas ciudad-estados tenían un avance cultural y fortalecido. Y sus ciudadanos estaban apartados de Yahvé adorando dioses egipcios entre ellos a Baal, Asera y Astarté entre otros.
Josué procede así con el pueblo de Israel a conquistar la tierra prometida, guiado y protegido por Dios, quien intercede por él en varias ocasiones para poder llevar a cabo su misión.
Una de esas sucede cuando el Señor ayuda a los israelitas a cruzar el el Rio Jordán, que en ese momento estaba crecido y era imposible cruzarlo, para ello Dios a través de Josué hace que este detenga su caudal y quede tierra firme, para que cerca de 40.000 soldados y el Pueblo de Israel puedan cruzar.
Otra de sus intervenciones en cuando hace que el sol se detenga en medio del cielo y no se apresure a ponerse casi un día entero. Es decir que a través de este milagro de alargar el día, fue que Josué lograría concluir la batalla antes de que oscureciera.
Todo esto llevo a que Josué junto a sus 12 tribus de Israel vencieran contra varios nativos y sus reyes, incluyendo a los cananeos en Arad, los amorreos bajo Sehón, los refaitas, los reinos de Ai, Gibeón, Jeusalén y Hazor. Esta conquista tomo varios años hasta que finalmente Canaán es devuelta de nuevo a su pueblo. Aquí Josué procede a establecer un gobierno central que tiene lugar en Silo, en el centro de la tierra prometida (Canaán). Donde posteriormente instaura el tabernáculo de forma permanente como lugar principal de culto y sello de una promesa cumplida del pacto.
Allí es donde a través de las instrucciones dictadas por Dios procede a repartir la tierra de Canaán entre las 12 tribus: Rubén, Simeón, Judá, Dan, Neftalí, Gad, Aser, Isacar, Zabulón, Benjamín, Efraín, Manasés. Donde la tribu de Leví sería la única en no tener parte en la distribución de las tierras, solo se le asignan ciudades dentro de las diferentes tribus en las que puedan habitar y dedicarse al sacerdocio.
Es entonces que la tierra prometida (Canaán) deja de llamarse así para consolidarse como una nación conocida en el Antiguo Testamento como “la tierra de Israel”. O simplemente Israel que cambiaría después de nombre justo después de la destrucción del segundo templo de Jerusalén. Exactamente 60 años después, cuando el emperador Adriano decide remodelar de nuevo la vieja ciudad, para llamarla Aelia Capitolina.
Ordenando además la deportación de la población que quedaba y prohibiendo la religión judía, para imponer la romana, aunque la primera persiste en la clandestinidad. Iniciando así la diáspora judía por todo el Mundo y su perdida de identidad como nación. Pues aparte de perder su capital (Jerusalén) durante 18 siglos, su nombre (Canaán) es sustituido por el de Tierra de Palestina, que recordaba el nombre de los antiguos enemigos de Israel, los filisteos.
Josué muere a los 110 años de edad; siendo enterrado en el Monte Efraín. Su heroísmo y dedicación por el pueblo de Israel fue recordado por un tiempo. Pues sus palabras antes de morir no serían escuchadas, y la mayoría de israelitas comenzarían apartarse de su Dios, para mezclarse con practicas paganas y falsa idolatría.
Duraron así mucho tiempo (300 años), desobedeciendo las leyes divinas y preceptos del Señor. Por lo que Jehová, permitió que los filisteos sus enemigos hicieran de las suyas con ellos. Hasta que su pueblo se redimiera y lo volviese a buscar, es en medio de estas circunstancias que el pueblo de Israel pide ayuda al Señor y este les enviaba a un libertador (Jueces) en cada suplica.
Fuentes bibliográficas: El Pacto de Israel
- Wol.jw.org (Página Web). Éxodo; Fecha [23/09/2016]. Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania: Autor. Recuperado de:
https://wol.jw.org/es/wol/d/r4/lp-s/1200001458 - Workbook; Del Génesis a Jesús. [PDF file]. Páginas (1-103); Centro de San Pablo de Teología Bíblica: Autor. Recuperado de:
https://stmax.cc/documents/2016/2/Del_Genesis_a_Jesus_Online_Study_Text_041813.pdf - José E. Ramírez K. (autor). Tierra Prometida, Abraham, Josué y Tierra sin exclusión. (Ed. Ediciones Abya-Yala); Páginas (48-65); Fecha [2002-05-30].
- David Nesher (Página Web). ¿430 o 215?… ¿Cuántos Años en Egipto?; Fecha [32/12/2018]. David Nesher: Autor. Recuperado de:
https://davidnesher.com.ar/430-o-215-cuantos-anos-en-egipto/
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