Juego de Tronos (Los inicios – La edad del Amanecer)

Actualización: junio 18, 2025


Según los maestres, hombres sabios que conocen su historia (Canción de Hielo y Fuego), todo inicia hace 40.000 en donde la humanidad no se encontraba en Westeros sino al otro lado en Essos, distribuido en diferentes ordas salvajes en donde no había civilización.

En el otro continente en Westeros existían solo dos razas principales: Los Gigantes (Humanoides de 3 a 4 metros de altos, con una gran fuerza), y los niños del bosque (Divididos entre distintos grupos : los verdevidentes, los cambiapieles y cazadores) quienes tenían habilidades sorprendentes y aplicaban la magia en sus rituales.

Aunque tuvieron sus contiendas de supervivencia con los gigantes, siempre se mantuvo equilibrada en muertos.
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La llegada de los Nuevos Hombres a Poniente ★★★★★

La llegada de los Primeros Hombres a Poniente es un momento crucial en la historia de Juego de Tronos, marcando el inicio de grandes conflictos y cambios en el continente. Según las crónicas antiguas, aproximadamente 12.000 años antes del reinado de Robert Baratheon, los Primeros Hombres cruzaron desde el continente de Essos hacia Poniente a través de un istmo natural llamado el Brazo de Dorne, una franja de tierra que en aquel entonces unía ambos continentes (y que más tarde sería destruida por los Hijos del Bosque en un intento de detener las invasiones).

La Migración de los Primeros Hombres

Los Primeros Hombres eran un pueblo guerrero y tribal, proveniente de las vastas llanuras de Essos. Según algunas leyendas, fueron guiados por Garth Manoverde, una figura mítica a menudo considerada el primer rey de los Primeros Hombres y padre de muchas casas nobles posteriores. Garth era un líder sabio y poderoso, asociado con la fertilidad y la agricultura, y se dice que enseñó a su pueblo a cultivar la tierra y a dominar el entorno.

Al llegar a Poniente, los Primeros Hombres se encontraron con un continente vasto y salvaje, dominado por los Hijos del Bosque, una raza antigua y misteriosa que vivía en armonía con la naturaleza. Los Hijos del Bosque adoraban a los Antiguos Dioses y tenían una profunda conexión espiritual con los árboles arcianos, árboles sagrados con rostros tallados que servían como ojos y oídos de los dioses.

La Gran Guerra: Primeros Hombres vs. Hijos del Bosque y Gigantes ★★★★★

La Colonización y el Conflicto con los Hijos del Bosque

Los Primeros Hombres llegaron a Poniente como conquistadores, no como migrantes. Armados con hachas de bronce y una férrea determinación, arrasaron los bosques ancestrales para erigir campos de cultivo y fortalezas. Cada árbol caído marcaba su dominio sobre la tierra, transformando para siempre el paisaje en testimonio de su poder. Pero estos no eran simples árboles: los arcianos, con sus rostros esculpidos, constituían el corazón espiritual de los Hijos del Bosque. Para ellos, cada tronco derribado representaba un dios cegado, un vínculo sagrado roto con lo divino, convirtiendo la tala en una profanación intolerable.

Los Hijos del Bosque respondieron con la furia de lo sagrado profanado. Su magia ancestral se volvió arma, sus ataques furtivos una plaga para los invasores. Pero cada emboscada nocturna, cada cosecha incendiada, solo alimentó la brutal represalia humana: arcianos milenarios reducidos a leña en señal de dominio. Lo que comenzó como escaramuzas pronto escalaría a una guerra total, donde la supervivencia de un mundo chocaría contra la ambición de otro. El campo de batalla ya estaba preparado.

El Primer Enfrentamiento: Magia contra Fuerza Bruta

Los Hijos del Bosque, aunque pequeños y frágiles en comparación con los humanos, poseían poderes ancestrales y un profundo conocimiento de la tierra. Utilizaban tácticas de guerrilla, atacando desde las sombras de los bosques, envenenando pozos y lanzando emboscadas nocturnas. Sus armas más temibles eran las dagas y lanzas de vidriagón (obsidiana), capaces de atravesar incluso las armaduras más rudimentarias de bronce de los Primeros Hombres.

Pero los humanos tenían ventajas clave: – Mayor tamaño y fuerza física, lo que les permitía combatir cuerpo a cuerpo con ventaja.
– Armas de bronce, más duraderas y letales que las herramientas de piedra de los Hijos.
– Caballos, que les daban movilidad y superioridad en batallas abiertas.

Ante estas desventajas, los Hijos del Bosque recurrieron a aliados naturales: los gigantes. Estas criaturas colosales, que habitaban las tierras del norte, se unieron a la lucha, aplastando asentamientos humanos y arrancando árboles para usarlos como armas. Sin embargo, incluso con su ayuda, la guerra era desigual.

La Magia de los Hijos del Bosque: Bestias y Cataclismos

En su desesperación, los Hijos del Bosque recurrieron a artes oscuras y rituales prohibidos. Se dice que intentaron controlar bestias salvajes mediante hechizos, haciendo que lobos, osos y otras criaturas atacaran a los humanos. Algunas leyendas incluso hablan de criaturas horribles creadas con magia, seres deformes que sembraban el terror en las noches.

Pero nada fue suficiente. Los Primeros Hombres seguían avanzando, talando bosques, quemando arcianos y estableciendo fortalezas. Fue entonces cuando los Hijos del Bosque decidieron usar su último y más poderoso recurso: la magia de la tierra misma.

La Ruptura del Brazo de Dorne: Un Acto de Desesperación

Reunidos en un gran concilio de verdevidentes, los Hijos del Bosque invocaron fuerzas ancestrales para alterar la geografía de Poniente. Con cantos y sacrificios, desataron un cataclismo que hizo temblar la tierra y levantó marejadas gigantescas. El Brazo de Dorne, el istmo que unía Essos con Poniente, se partió y se hundió bajo las aguas, separando ambos continentes para siempre.

Este evento, conocido como “La Ruptura” o “El Brazo Roto”, tuvo dos consecuencias principales:

1. Frenó la llegada de más Primeros Hombres, aislando a los que ya estaban en Poniente.
2. Debilitó gravemente a los Hijos del Bosque, pues el uso de tal magia consumió gran parte de su poder.

Aunque la medida llegó tarde (ya que miles de Primeros Hombres habían cruzado), logró equilibrar la guerra, pues los humanos ya no recibirían refuerzos.

El pacto en la isla de los Rostros y la nueva Alianza (Primeros Hombres y Niños del Bosque) ★★★★★

Agotados por siglos de conflicto, tanto los Primeros Hombres como los Hijos del Bosque comprendieron que la guerra no tenía vencedores. Los humanos, aunque superiores en número y tecnología, no podían erradicar por completo a los Hijos, cuyos conocimientos mágicos y tácticas de guerrilla los hacían escurridizos. Por su parte, los Hijos del Bosque, diezmados y con su conexión sagrada amenazada, vieron que la resistencia total conduciría a su extinción.

Fue entonces cuando, en un lugar de profundo significado espiritual —la Isla de los Rostros, donde cientos de arcianos observaban en silencio—, ambas razas sellaron el Pacto. Este acuerdo histórico estableció:

– Los Hijos del Bosque conservarían sus bosques profundos, especialmente aquellos donde crecían los arcianos, renunciando al resto de Poniente.

– Los Primeros Hombres cesarían la tala de árboles sagrados y respetarían los santuarios de los Antiguos Dioses.

– La paz se establecería bajo la atenta mirada de los rostros tallados en los arcianos, testigos eternos del juramento.

Este tratado no solo puso fin a la Era del Amanecer, sino que marcó el inicio de una frágil coexistencia. Muchos Primeros Hombres, especialmente en el Norte, adoptaron la adoración de los Antiguos Dioses, fusionando ambas culturas. Sin embargo, el Pacto también fue el principio del ocaso para los Hijos del Bosque, quienes, con el tiempo, se retiraron a las regiones más inhóspitas de Poniente, convirtiéndose en leyendas.

El Pacto perduraría milenios, hasta que nuevas invasiones —como la de los Ándalos con su Fe de los Siete— lo romperían. Pero su esencia sobreviviría en el Norte, donde los Stark y otros pueblos mantendrían vivo el respeto por los arcianos y las antiguas tradiciones. Así cerró un capítulo fundamental en la historia de Poniente: el primero de muchos en los que el equilibrio entre el hombre y la naturaleza se rompería… y se buscaría reconstruir.

Historia Antigua de Poniente: Primeros Hombres e Hijos del Bosque ★★★★★

  • Martin, G. R. R., García Jr, E. & Antonsson, L. (2014). El Mundo de Hielo y Fuego (The World of Ice and Fire).
    • Sección “Los Reyes del Amanecer” (pp. 9-11 ed. inglesa): Llegada de los Primeros Hombres a través del Brazo de Dorne
    • Sección “Los Hijos del Bosque” (pp. 12-14): Conexión con los arcianos y la magia
    • Sección “El Pacto” (pp. 15-16): Acuerdo en la Isla de los Rostros
  • Martin, G. R. R. (1996-2011). Canción de Hielo y Fuego:
    • Juego de Tronos (1996): Capítulo 66 (Bran VII) – Los Cuervos de Tres Ojos mencionan a los Hijos del Bosque
    • Tormenta de Espadas (2000): Capítulo 24 (Bran II) – Hoja (Leaf) habla sobre la guerra contra los Primeros Hombres
    • Danza de Dragones (2011): Capítulo 13 (Bran II) – Magia de los Hijos y su declive
  • Martin, G. R. R. (2018). Fuego y Sangre (Fire & Blood):
    • Prólogo (pp. 3-5 ed. inglesa): Leyendas sobre los Primeros Hombres en crónicas maestres
  • Antonsson, L. (2018). The Ice Dragon: A Guide to George R.R. Martin’s World:
    • Capítulo 2 “Ancient History of Westeros” (pp. 45-50): Análisis de contradicciones entre mitos y hechos históricos
  • Cogman, B. & Benioff, D. (2012/2014). Inside HBO’s Game of Thrones:
    • Vol. 2, Capítulo 4 “The Old Gods” (pp. 72-75): Contexto sobre la adaptación de los Hijos del Bosque en la serie
  • Westeros.org (2015). Ensayo: “The Breaking of the Arm of Dorne” (por “Maester Luwin”):
    • Recopilación de citas de GRRM sobre el evento
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