Albert Speer el gran Arquitecto Nazi

Actualización: junio 22, 2025


Formo parte del círculo más íntimo de Hitler, no solo como su arquitecto predilecto, sino como el visionario encargado de materializar los sueños megalómanos del Tercer Reich. Albert Speer, el genio detrás de los colosales proyectos que buscaban convertir a Alemania en el epicentro de una civilización aria eterna, no era un simple funcionario del Partido Nazi: era el artista de la propaganda concreto, el hombre que transformó la obsesión de Hitler en planos y estructuras descomunales. Desde la nueva Cancillería hasta la Germania futurista, sus diseños eran el símbolo de un régimen que aspiraba a dominar el mundo. Pero ¿cómo pasó de ser el arquitecto del Reich a uno de los condenados de Núremberg? La historia de Speer es un viaje vertiginoso entre el poder, la culpa y los secretos mejor guardados del nazismo.
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Speer, la llegada al Partido Nazi y su gradual ascenso ★★★★★

Fue una figura controvertida con una posición privilegiada dentro del partido Nazi debido a su estrecha relación con el Fuhrer, pues compartían intereses afines como la arquitectura.

Logró formar parte del engranaje del tercer Reich en su ascenso y caída. Siendo considerado uno de los amigos más cercanos dentro del circulo de Hitler.

Esto llegaría a ser más por vínculos directos a la política que vivía el país en ese entonces. Pues aunque en su estancia en la universidad no formo parte de los movimientos estudiantiles, si asistiría a los mítines de Hitler más por insistencia de sus alumnos.

Este se daría en 1930 cuando aún era profesor. Donde observa por primera vez a Hitler dando uno de sus discursos habituales. Del cual queda impresionado al ver la calma, su poder de convicción, la magia de su chillona voz, la oratoria y el discurso tan elocuente y determinante de su lucha. Se convertiría desde entonces mas adepto a Hitler que del propio partido político.

En enero de 1931, Speer se convirtió en el miembro numero 474.481 del NSDAP. desde entonces realizo una serie de encargos como miembro del partido.

El 30 de enero de 1933, Hitler sube al poder y Goebbles contrata a Speer como ayudante del arquitecto jefe del partido.

Luego al notar su gran desempeño Hitler nombra a Speer inspector general de construcción con el rango de Secretario de Estado, y se le encarga que hiciera planes para la reconstrucción de Berlín, futura capital de un Estado supra-germano (Welthaupstadt Germania).

Aquí es donde impresiona al fuhrer con el concepto del “valor de la ruina”, según el cual los grandes edificios debían ser construidos de tal manera que fueran ruinas estéticamente agradables pasados muchos años, como testamentos de la grandeza de la utopía de un Reich que se decía que duraría mil años.

El primer encargo sería el probablemente más conocido de todos sus diseños: la tribuna Zeppelin, el área de desfiles de Nuremberg, que se puede ver <>. Sin dejar atrás la Cancillería del Reich y la reforma del Estadio Olímpico de Berlín.

En el año de 1941, Speer dirigió simultáneamente varios proyectos entre los que se encontraba los refugios antiaéreos de Berlín.

Albert Speer y su gran desempeño como Ministro de Armamento ★★★★★

Tras el fallecimiento del ministro de Armamento y Producción Bélica, Fritz Todt, el 8 de febrero de 1942, Hitler inmediatamente le nombró su sustituto.

En 1943, Speer consolidó su posición como ministro de Armamento. Bajo su mandato se multiplicó la producción armamentística. Tanto así que para el año de 1944 logró llevar a Alemania a una producción jamás alcanzada de armamento previsto para la Guerra.
Fue bajo su mandato que aprobó las partidas de acero y otros materiales para las obras en el campo de exterminio. También extrajo mano de obra de aquellos judíos para la reconstrucciones de Berlín.

Su proyecto más destacado en ese momento fue conocido como «Riese» terminó acuñado a la creación de una «ciudad subterránea» de nada menos que 213.000 m3 de túneles, 58 kilómetros de carreteras con 6 puentes y 100 kilómetros de tuberías. Una infraestructura prevista con con dos fines: primero como mecanismo de defensa a posibles bombas arrojadas desde el aire y segundo mantener la producción de armamento de una forma clandestina.

De estas construcciones secretas se conocieron fábricas subterráneas como la de Turingia en el centro de Alemania y la Jonastal IIIC ubicada a muchos metros de profundidad.

Toda esta gran trayectoria profesional siempre bajo el patrocinio de Hitler, quien dispuso todos los medios y competencias ilimitadas para convertir Alemania en un nuevo imperio. Marcado eso sí con una arquitectura de componente simbólico, como instrumento propagandístico del partido nacionalsocialista.

Lo que le llevaría a Albert Speer, ser llamado el primer arquitecto del Tercer Reich, el arquitecto del Diablo, o el nazi bueno.

Albert Speer y el mito del Nazi bueno durante el juicio de Nuremberg ★★★★★

Fue arrestado por los norteamericanos el 12 de mayo de 1945. Pese al no encontraren al comienzo pruebas fehacientes sobre su participación dentro del Holocausto, por insistencia de Rusia fue llevado a rendir indagatoria en los juicios de Nuremberg.

Donde Albert Speer se convirtió en el centro de atención y su juicio en algo mediático, al ser uno de los pocos jerarcas del régimen nazi que manifestaron remordimiento, negando conocer cualquier aspecto relacionado con el Holocausto, mostrando esa postura de víctima al no conocer sobre esas atrocidades porque según el estaban fuera de su alcance. Hasta allá no llegaba su poder para conocer sobre dicha Solución Final.

Después de ese juicio es trasladado a la cárcel berlinesa de Spandau el 18 de julio de 1947, donde pasó los siguientes veinte años. Su liberación se daría 20 años después en donde publicaría su gran libro Memorias (el acantilado) escrito durante su reclusión en la cárcel de Spandau tras la guerra, donde recogió todas sus vivencias durante su juventud y su justificación sobre lo que hizo durante el período nazi. Relatando breves fragmentos de cómo eran personalmente los personajes del círculo interior de Hitler.

Luego de su muerte se le llegaría a comprobar que si tenia consciencia del holocausto nazi, en donde utilizo a varios presidiarios para la construcción de Berlín.

Además de haberse echo a varias obras originales de grandes pintores que eran propiedad de los judíos en su momento. Obras que Steer escondería en donde su gran amigo Robert Frank. Quien conservo unas 30 pinturas de su amigo, pero al morir quedarían a la deriva en un garaje. Que luego serian vendidas para después destapar la olla. De que dichas obras pertenencia a Steer.

Fuentes sobre Albert Speer y la arquitectura nazi ★★★★★

  • Gallego, F. Todos los Hombres del Führer (La élite del nacionalismo 1919-1945). DEBOLSILLO, 2008. (576 pp.)
  • McNab, C. La élite de Hitler. Las SS 1939-1945. LIBSA, 2015. (369 pp.)
  • Crasnianski, T. Hijos de Nazis. LA ESFERA DE LOS LIBROS, 2017. (240 pp.)
  • Sereny, G. Albert Speer: el arquitecto de Hitler: su lucha con la verdad. Vergara, 1996.
  • Mukherjee, G. Que Se Levante El Verdadero Albert Speer: Las Múltiples Caras Del Arquitecto de Hitler. Babelcube Inc., 2017. (46 pp.)
  • Pérez Varela, M. Arquitectura y Poder: Albert Speer y el juicio de la Historia. [PDF] UPM, 48 pp. Disponible en: http://oa.upm.es/44958/1/TFG_Milagros_Perez_Varela.pdf
  • Sayago, J. M. Albert Speer y la arquitectura nazi. Archivos Historia, 2020. Disponible en: https://archivoshistoria.com/albertspeer-arquitectura-nazi/
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