Actualización: junio 21, 2025
¿Cómo un hombre de apariencia discreta y manías pseudocientíficas llegó a convertirse en el verdugo más implacable de Hitler? ¿Y por qué, a pesar de su lealtad fanática, terminó traicionado por el mismo Führer al que dedicó su vida? Este artículo revela el ascenso, los crímenes y la caída del Reichsführer-SS, cuyo legado sigue siendo un escalofriante recordatorio del mal en su forma más sistemática.
¿Estás listo para adentrarte en la mente del hombre que convirtió el asesinato en masa en una rutina administrativa? Descubre más en las siguientes líneas.
Himmler una adolescencia con muchos altibajos
Himmler siempre soñó con ser oficial del Ejército o de la Marina, pero a causa de la selección clasista que existía en la admisión, no logró ese objetivo. Pues además de su estado físico y contextura, sufría de miopía.
Las conexiones de su padre le sirvieron mas adelante para ser aceptado como alumno a la escuela de oficiales. Al encontrarse en fase de entrenamiento durante la Gran Guerra no alcanzo a participar en esta, al haber acabado con la derrota de Alemania.
Entre 1919 y 1922, estudió Agronomía en la Universidad Técnica de Múnich. Pero esta no sería su gran pasión a lo que redobló sus intentos de poder empezar una carrera militar. Aunque nuevamente fallo lograría algo mejor y sería la participación en el ambiente paramilitar de Múnich.
Heinrich Himmler y su gradual ingreso a las filas del Partido Nazi
Allí es donde se ve influenciado por las ideas de Dietrich Eckart (ideólogo y político que participó en los inicios del NSDAP), y se inicia en el antisemitismo, teniendo cada vez más arraigado ese sentimiento de odio y racismo.
Luego en el año de 1923 conocería en esas mismas reuniones a un gran orador llamado Hitler, del cual siente gran admiración y conexión por su forma de pensar. Tomando nota de sus discursos.
Luego llegaría ese golpe de suerte esperado para escalar dentro del partido, el Putsch de la cervecería, el intento de golpe de estado de Hitler y el NSDAP para hacerse con el poder en Munich. En ese golpe participaría como segundo hombre en importancia tras el capitán Ernst Röhm en las barricadas colocadas en las calles para combatir a la policía y al ejército.
En 1924, Himmler se afilió al Partido Nazi con el número 14.303, para apoyar a Hitler, a quien veía como un Mesías. En estos días desarrolló las teorías de la sangre y la tierra, basadas en su escepticismo hacia la religión cristiana y sus estudios sobre agricultura.
Los positivos más acertados durante la carrera de Himmler en el Tercer Reich
En 1926 es nombrado jefe de propaganda para toda Alemania.
Años después llegaría su golpe triunfal, cuando es nombrado por Hitler Reichsführer-SS (líder de las SS) el 20 de enero de 1929. Es allí donde Himmler ve la oportunidad con el consentimiento de Hittler de desarrollar un cuerpo élite del partido nazi basado en las visiones nacionalistas raciales (völkisch) de la “pureza racial”, que fueran leales a su líder.
Teniendo un filtro elitista en la ascendencia racial, conformando las SS en una guardia de élite formada por el mejor “material racial” disponible para proteger los intereses de la nación alemana.
Es a partir de ello que Himmler a través de la la RuSHA crea el programa de los hogares Lebensborn (fuente de vida) 1935, dedicado a producir una raza superior. En donde se establecen redes de maternidad por todo el país, animando a todas las mujeres (casadas o solteras) a producir hijos como un deber patriótico ante el Führer; y para aquellas que aún no tenían pareja y cumplía los requistos aríos entrarían en lo que se llamo el matrimonio de las mujeres elegidas (Hohe Frauen).
Luego de ello llegarían más ascensos en los escalafones nazis, hasta llegar a ser el jefe de todas las fuerzas policiales, la Gestapo (la policía secreta) y ministro del Interior del III Reich entre 1936 y 1945.
Llevando además un programa orquestado por Hitler destinado a exterminar a la población judía y a todos los oponentes del régimen nazi con su régimen de terror.
Himmler siempre fue conocido por su obsesión por el ocultismo, el misticismo y la supremacía de las razas aria y germana. Lo que le llevo a participar en grandes proyectos o programas para tratar la raza aria (la solución final), junto con decisiones radicales para desaparecer razas que ellos consideraban como inferiores.
Heinrich Himmler su eventual escape y pronto suicidio
Al ser trasladado a un centro de interrogatorio en Lüneburg, Himmler mantuvo su identidad oculta, pero los británicos comenzaron a sospechar que no era un simple soldado. Durante un registro más exhaustivo, se descubrió que llevaba consigo una cápsula de cianuro oculta entre sus ropas. Cuando los oficiales intentaron requisársela, Himmler, al verse acorralado y consciente de que su verdadera identidad sería descubierta, decidió actuar. En un último acto de desesperación, mordió la cápsula y gritó: “¡Yo soy Himmler!”, dejando claro quién era en sus momentos finales.
La muerte de Himmler fue rápida y violenta, ya que el cianuro actuó en segundos. Los testigos describieron cómo su cuerpo se convulsionó antes de desplomarse sin vida. Este suicidio frustró los planes de los Aliados de juzgarlo por sus crímenes, evitando que enfrentara la justicia como otros líderes nazis en los juicios de Núremberg. Su fallecimiento también generó especulaciones sobre si habría revelado información crucial de haber sido interrogado, especialmente sobre redes de escape nazis o tesoros escondidos.
El suicidio de Himmler simbolizó el colapso definitivo del régimen nazi y la incapacidad de sus líderes para evadir la responsabilidad de sus actos.
Himmler y su gran fascinación en las Ciencias Ocultas
Entre sus influencias literarias destacaban libros sobre masonería y la llamada “conspiración judía mundial”, que alimentaron su paranoia antisemita. En su juventud, quedó marcado por La saga de Gudrun, un texto que exaltaba la figura de la mujer nórdica como símbolo de pureza racial, reforzando su visión de una sociedad aria idealizada. Esta obsesión lo llevó a promover políticas eugenésicas y a crear las Lebensborn, instituciones donde mujeres “racialmente puras” eran incentivadas a procrear con oficiales de las SS. Para Himmler, el ocultismo no era un mero pasatiempo, sino una justificación metafísica para sus crímenes.
Uno de los aspectos más enigmáticos de su pensamiento era su creencia en la reencarnación. Himmler estaba convencido de que en una vida pasada había sido Enrique I de Alemania, apodado “el Pajarero”, un rey medieval asociado con la expansión germánica. Esta convicción lo llevó a visitar la tumba del monarca en Quedlinburg, donde realizó rituales esotéricos. Incluso proyectó a las SS como una orden neoteutónica, una élite destinada a perpetuar su legado en una suerte de cuarta Reich místico. Su fascinación por Santa Matilda, fundadora de una abadía vinculada a exorcismos, reforzó su visión de las SS como una hermandad sagrada con misiones sobrenaturales.
Esta mezcla de ocultismo y megalomanía alcanzó su máxima expresión en el castillo de Wewelsburg, que Himmler convirtió en el centro ceremonial de las SS. Allí, rodeado de runas y símbolos paganos, imaginaba reuniones de una nueva orden de caballería nazi. El castillo, diseñado como un axis mundi esotérico, incluía una cripta donde se realizaban rituales inspirados en cultos precristianos. Himmler incluso ordenó expediciones arqueológicas en busca de reliquias como el Santo Grial o el martillo de Thor, convencido de que estos objetos otorgarían poder sobrenatural al Tercer Reich.
El misticismo de Himmler no era una simple excentricidad, sino un pilar de su ideología. Creía en una lucha cósmica entre fuerzas arias y “razas inferiores”, justificando el Holocausto como una purificación necesaria. Sin embargo, su obsesión por lo oculto también revelaba su profunda irracionalidad: mientras planeaba el exterminio masivo, buscaba protección en amuletos y horóscopos. Su muerte, suicidándose con cianuro como un “último ritual”, cerró el círculo de un hombre que, entre runas y fantasías de reencarnación, construyó uno de los regímenes más sangrientos de la historia.
Himmler, la Sociedad Secreta de las SS (Ahnenerbe) y sus Programas Oscuros
Los Tres Objetivos de la Ahnenerbe
1. Investigar el alcance territorial y espiritual de la raza germánica, rastreando sus orígenes en supuestas civilizaciones perdidas.2. Recuperar y restablecer las tradiciones alemanas, rescatando rituales, símbolos y conocimientos ancestrales.
3. Difundir la cultura aria entre la población, promoviendo su superioridad mediante propaganda y pseudociencia.
Para lograrlo, la Ahnenerbe se estructuró en 43 departamentos, dedicados a áreas tan diversas como expediciones arqueológicas, experimentos médicos, yoga, zen, esoterismo y ciencias paranormales.
Expediciones en Busca de Reliquias y Poder Absoluto
Himmler, obsesionado con la idea de que ciertos objetos sagrados conferían poder divino, organizó expediciones para saquear tesoros históricos y místicos. Entre los blancos principales estuvieron:– El Santo Grial
Según la leyenda, esta copa —usada por Jesús en la Última Cena y posteriormente por José de Arimatea para recoger su sangre— poseía propiedades milagrosas. Los nazis creían que, al encontrarla, obtendrían un poder sobrenatural, similar al que se atribuía al Rey Arturo y sus caballeros. La búsqueda se centró en castillos y monasterios de Europa, especialmente en Montserrat (España) y el sur de Francia. – El Arca de la Alianza
Considerada el objeto más poderoso del Antiguo Testamento, el Arca —un cofre de madera de acacia revestido en oro— contenía las Tablas de los Diez Mandamientos, el maná celestial y la vara de Aarón. Los nazis especulaban que su tecnología oculta podría ser usada como arma, tal como se describía en relatos bíblicos donde aniquilaba ejércitos enteros. Las pesquisas se extendieron a Etiopía y Oriente Medio. – El Martillo de Thor (Mjölnir) y Otras Reliquias
Mjölnir: Simbolizaba el poder destructivo y divino de la mitología nórdica, clave en la iconografía nazi.
Las Calaveras de Cristal Mayas: Se creía que poseían conocimientos ancestrales y habilidades psíquicas.
La Piedra del Destino: Vinculada a profecías bíblicas (como los sueños de Job), se rumoreaba que confería legitimidad a los gobernantes.
La Búsqueda de los Arios en el Tíbet
Himmler, influenciado por el explorador Ernst Schäfer, envió expediciones al Himalaya y el lago Lob Nor (Tíbet) en busca de los arios puros, supuestos ancestros de los germanos. Schäfer documentó monasterios budistas y mediciones craneales para probar teorías raciales, aunque los hallazgos fueron más folclóricos que científicos.Experimentos Oscuros: Ciencia y Ocultismo
La Ahnenerbe no solo buscaba reliquias, sino que también realizó experimentos brutales en campos de concentración como Dachau, con el pretexto de “mejorar la raza aria”:– Anticáncer y esterilidad: Usando prisioneros como conejillos de Indias.
– Pandemias: Probando virus y toxinas.
– Glándula Pineal: Investigaron su supuesta capacidad para conectar con lo divino, creyendo que era un “tercer ojo” energético.
– Líquido Negro (Black Goo): Una sustancia enigmática hallada en instalaciones subterráneas de Baviera, asociada a rituales de invocación demoníaca y control mental.
El Propósito Real: Mito, Poder y Control
Tras la fachada de investigación, la Ahnenerbe buscaba:– Legitimar el nazismo vinculándolo a civilizaciones ancestrales “superiores”.
– Crear armas ocultas basadas en tecnología o energía esotérica.
– Manipular masas mediante símbolos y mitos que exaltaran la supremacía aria.
Aunque muchas expediciones fracasaron (como la del Grial o el Arca), dejaron un legado de misterio. Hoy, teorías sugieren que algunos hallazgos fueron ocultados o destruidos, mientras que otros —como el Black Goo— siguen siendo objeto de especulaciones en círculos conspirativos.
La Ahnenerbe fue, en esencia, la fusión perversa entre ocultismo, ciencia y propaganda, un capítulo siniestro donde la obsesión por el poder absoluto llevó a explorar los límites de lo humano y lo divino.
Himmler y la creación de los Caballeros de la Orden Negra (SS)
Para este caso tomo dicha inspiración como una secta de élite racial con códigos de lealtad que protegiesen al Tercer Reich.
Forjando en las SS una orden, para satisfacer el delirio de Hitler de construir una nueva utopía Aria a través de este aparato paramilitar. Un grupo derivado de las SA delegado a Himmler, para forma a los Caballeros de la Orden Negra de ls SS.Donde se buscaba conseguir que los alemanes alcanzaran de nuevo su estatus divino.
Algo que se lograría mas adelante por medio de unos programas secretos de filtro de pureza racial, para los miembros de las SS que se fueran incorporando al partido nazi. Demostrando con ello que pertenecían a la raza superior(aria), compartiendo físicamente el modelo nórdico (frente plana, ojos azules, cabellos rubios, nariz pequeña, altos y atléticos) e intelectual.
Algunos simplemente llegaban allí por medio del programa de juventudes Hitlerianas (Hitlerjugend), que compartían al final la misma tarea de seleccionar una raza de posibles soldados ejemplares con un peculiar cursus honorum, para formar parte de las filas de las SS.
Quienes eran elegidos llegaban a formar parte de aquel centro espiritual de la Orden Negra, que estaba ligado a una jerarquía basada en círculos de lealtad y rituales negros, llevados a cabo en su centro de poder o fortaleza triangular de Wewelsburg.
Seleccionado a partir de una profecía que decía que cuando sobreviniera la invasión de los hunos, solo lo resistiría un castillo de Westfalia (Renania). Y esta fortaleza fue la que más se acerco a dicha presagio.
Para el 27 de julio de 1934 Himmler tomaría posesión un castillo ubicado algo cerca del vaticinio. Teniendo vía libre en su posterior reconstrucción, financiada por el Ministerio de Hacienda del Tercer Reich. Luego de ello se re-acondiciona aquel castillo para que tuviese similitud al Castillo de Malbork o castillo de Mariemburgo (Polonia), que fue construido por la Orden Teutónica como su sede y fortaleza militar.
Dichos arquitectos de las SS edifican allí un gran castillo que percibido desde un plano aéreo se visualiza una fortaleza en punta de lanza, cuya hasta fue la carretera. Lanza que marcaba el centro de una circunferencia perfecta formada por otra carrera circular que rodeaba el castillo.
Fue en aquella fortaleza mística donde se organizaban las reuniones del círculo interno cuasi-místico de trece miembros, rodeado de sumos sacerdotes, un cónclave de doce SS-Obergruppen fuhrers (doce Tenientes-Generales de las SS) que constituían sus caballeros de la Mesa Redonda, alrededor de su gran líder.
Dichos miembros nazis tenían el privilegio de tener un contacto directo con el auténtico mago negro conocido como Hielscher, a quien Himmler consideraba la figura más importante de Alemania después de Hitler.
Toda la secta de la orden oscura de las SS funcionaba por medio de círculos y grupos más íntimos al poder masónico. Círculos en cuyo primer eje se encontraban los miembros más importantes del Ahnenerbe, que estuvieron implicados con la secta Thule. Y los círculos de poder estaban establecidos de la siguiente forma:
– Un primer círculo donde se hallaban los 10.000 afiliados de la orden de las SS quienes llevaban un anillo de plata con una calavera grabada.
– El segundo círculo procedente de la casta prusiana de los junkers (aristocracia alemana) que llevaban un espadín con las runas de la victoria.
– Y el tercer circulo que unía a los talismanes de los dos anteriores y a las runas de las SS, el propio blasón familiar. Eran los líderes más importantes de la Orden Negra de las SS, los elegidos y el centro de la orden. Eran los 12 miembros de las SS marcados por la letra “H” en su apellido (Hielscher, Hitler, Himmler, Haushofer, Reinhard Heydrich, Hess..) símbolo según su equivalencia rúnica del poder de Alemania.
Serían entonces ellos quienes elevarían el poder del Tercer Reich ganada la Segunda Guerra Mundial, en donde seguramente Hielscher saldría a la luz, convertido como el sacerdote de la nueva religión con Hitler como divinidad encarnada, al lado de sus fieles discípulos nazis de la Orden de las SS. Pues el sueño de de esta Orden fue la de crear una nación totalmente independiente en Burgundy, Francia, gobernada enteramente por la SS, bajo sus principios, sus códigos raciales, y de lealtad bien establecidos.
Donde el centro de control de todas las actividades de vital importancia se ejercerían en aquel Castillo de Wewelsburg. Así como ocurría con Camelot, en donde los 12 los caballeros de la Mesa Redonda, giraban en torno a el Rey Arturo.
Fuentes sobre Heinrich Himmler dentro del Partido Nazi
- Peter Longerich. Heinrich Himmler (Ensayos y Biografías). 864 páginas.
- Chris McNab. La élite de Hitler: Las SS 1939-1945. Libsa, 2015. 369 páginas.
- Ferran Gallego. Todos los Hombres del Führer. Debolsillo, 2008. 576 páginas.
- Peter Padfield. Himmler: El líder de las SS y la Gestapo. La Esfera de los Libros, 2006. 840 páginas.
- Óscar Herradón Ameal. La orden negra: El ejército pagano del III Reich. Edaf, 2010. 336 páginas.
- Europapress. ¿Quién fue Heinrich Himmler? (2015). Enlace: https://www.europapress.es/sociedad/noticia-quien-fue-heinrich-himmler-20150309220543.html
- Joseph Goebbels. Die Tagebücher von Joseph Goebbels. Institut für Zeitgeschichte, 1993-2008. Vol.2 pp.45-78, Vol.5 pp.112-150.
- Heinrich Himmler. Der Reichsführer-SS. Heinrich Himmlers Geheimreden 1933-1945. Propyläen Verlag, 1974. Cap.3 pp.89-120.
- IMT. Nuremberg Trial Documents, 1946. Vol.29 Docs.1919-PS y 3428-PS.
- Nicholas Goodrick-Clarke. The Occult Roots of Nazism. I.B. Tauris, 1985. Cap.12 pp.180-205.
- Heather Pringle. The Master Plan: Himmler’s Scholars and the Holocaust. Hyperion, 2006. Cap.4 pp.112-145.
- Ernst Schäfer. Informe sobre la Expedición al Tíbet (1938-1939). Bundesarchiv, SS-Ahnenerbe Collection, NS 21/45.
- Heinrich Himmler y Richard Walther Darré. Acta de Fundación de la Ahnenerbe. Berlin Document Center, NS 19/393.
- SS. Experimentos Médicos en Dachau (1942-1945). US Holocaust Memorial Museum, RG-04.048M.
- Heinrich Himmler. Correspondencia Secreta sobre el Santo Grial. Archivo Familia Rahn, 1936-1939.
- Juan G. Atienza. Arqueología Nazi: La Obsesión por el Santo Grial. Martínez Roca, 1997. Cap.3 pp.55-90.
- Javier Martínez-Pinna. Los Expedicionarios de Hitler. Almuzara, 2020. Cap.2 pp.40-75.
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